No hay nada más placentero que un buen mate en mano, una tarde de lluvia y el inconfundible aroma de unas tortas fritas recién hechas saliendo de la cocina. Esta delicia bien criolla, que se multiplica en las casas cuando el cielo se pone gris, tiene ese no sé qué que nos transporta directo a la infancia o a alguna tarde de charla con la abuela.
En esta nota te compartimos una receta de tortas fritas esponjosas, ideales para esos días frescos en los que el cuerpo pide algo rico, calentito y con historia. Porque más allá de ser simples masas fritas, estas tortas son parte del ADN culinario argentino, y cada familia tiene su propia versión, su toque especial.
La receta que te traemos fue compartida por la usuaria @stefy008 en la comunidad de Cookpad, y es perfecta para lograr una masa aireada, suave y con ese dorado irresistible que pide repetir. Guardátela, porque después de hacerlas una vez, vas a querer prepararlas cada vez que caen dos gotas.

Ingredientes y preparación paso a paso
Ingredientes:
- 1 kg de harina 0000
- 50 g de levadura fresca
- 4 cucharadas de aceite
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada y media de sal
- 1/2 vaso de agua tibia (aproximadamente)
Paso a paso:
- Activá la levadura con un poco de agua tibia y una cucharada de azúcar. Tapá el vaso y dejá leudar 10 a 15 minutos.
- En un bowl o en la mesa, hacé un hueco en la harina, agregá la levadura activada, el aceite y la sal (sin que se toquen directamente). Mezclá e incorporá el agua de a poco hasta formar una masa suave.
- Amasá bien, con ganas, y dejá reposar tapada por 30 minutos en un lugar cálido.
- Una vez que la masa haya levado, estirá y cortá las tortas fritas con la forma que más te guste (con un vaso plástico funciona perfecto). Haceles un cortecito en el medio y dejalas leudar 10 minutos más.
- Calentá bien el aceite y freí las tortas fritas hasta que estén doradas de ambos lados.

¿Con qué acompañar las tortas fritas?
El clásico de los clásicos es acompañarlas con unos buenos mates, pero también podés animarte a combinarlas con dulce de leche, miel, azúcar o hasta una mermelada casera. Si preferís lo salado, quedan bárbaras con queso, fiambres o hasta una salsa criolla. Son versátiles, sabrosas y siempre bienvenidas.

Un poco de historia: tradición bien nuestra
Las tortas fritas tienen raíces profundas en nuestra tradición. Se dice que llegaron con los inmigrantes europeos, pero fueron adoptadas con tanto cariño por el pueblo argentino que ya forman parte de nuestra identidad gastronómica. En muchas provincias, se preparan cuando llueve, casi como un ritual. En el campo, en la ciudad o en cualquier barrio porteño, son sinónimo de hogar y costumbre.
Animate a hacer estas tortas fritas y que no te agarre más la lluvia sin algo rico para compartir. Porque si hay algo que nos une, es el sabor a casa.