Cada 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té, una fecha que invita a poner en valor esta infusión milenaria que, además de reconfortar cuerpo y alma, genera impacto económico y cultural en distintas regiones del mundo. Argentina no se queda atrás: el té nacional no solo se disfruta puertas adentro, sino que también gana cada vez más terreno en mercados internacionales. Y dentro de ese panorama, Cachamai es una de las marcas que mejor representa este fenómeno.
Con más de siete décadas de historia, esta empresa nacida en Santa Fe se consolidó como pionera en la producción de infusiones saludables, combinando saberes tradicionales con innovación constante. Hoy, sus productos llegan a mercados tan diversos como Japón, Alemania, México, Estados Unidos, Francia y Chile. Todo, sin perder de vista al consumidor local, al que abastecen con una variedad de más de 15 productos entre mezclas de hierbas, monohierbas, blends y cápsulas, disponibles en dietéticas, supermercados y mayoristas de todo el país.
En el marco del Día Internacional del Té, Cachamai lanzó una campaña con un enfoque sensible y actual: “Para cada emoción hay un Cachamai”. Con una fuerte presencia en redes y plataformas digitales, la propuesta invita a reconectar con el té como parte de una experiencia emocional y cotidiana. Calma, disfrute o energía: hay una infusión pensada para cada estado de ánimo.

“Tenemos una gran diversidad de tés e infusiones, y cada una puede acompañar diferentes momentos. Ya sea para relajarse, activar o simplemente disfrutar, estamos convencidos de que el té puede integrarse de manera natural a los hábitos de bienestar de cada persona”, explicó Graciela Rastelli, CEO de Alimentos y Bebidas del Grupo Werthein, al que pertenece la marca.
Cachamai lidera el mercado argentino en el rubro de tés digestivos, un segmento que crece de la mano de consumidores que priorizan funcionalidad y calidad. Pero la clave de su permanencia también está en cómo supo hablarle a nuevas generaciones. Con productos como las cápsulas de té y la línea O’Clock —que mezcla hibiscus, canela, chocolate, bergamota y más—, la marca no solo amplió su catálogo, sino que también llegó a las barras y restaurantes, donde bartenders crean cócteles sin alcohol con base de infusiones.

“La relación entre las emociones y el té que elegimos es muy natural, aunque muchas veces no la notamos. Queríamos visibilizar eso: el té no solo se toma, se siente”, agregó Rastelli.
Una filosofía del té
La apuesta por la calidad, la investigación y el diálogo constante con el consumidor son los pilares de una empresa que no solo exporta productos, sino también una filosofía: bienestar con sabor, sin artificios y con ingredientes naturales. Así, en este mayo que celebra al té en todo el planeta, Argentina se posiciona con propuestas que emocionan, innovan y trascienden fronteras.
