El Gobierno nacional busca fomentar el consumo y movilizar los dólares guardados por los argentinos mediante un nuevo sistema de financiamiento en cuotas en moneda extranjera.
La propuesta genera entusiasmo entre algunos comercios, pero también múltiples interrogantes entre los bancos.
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó en redes sociales que uno de los próximos pasos será la "remonetización en dólares". Según aseguró, los comercios que permitan pagar en cuotas en divisa extranjera verán un fuerte aumento en la demanda. Aunque el anuncio formal aún no se hizo, el mensaje ya dejó claras las intenciones oficiales.

La idea apunta a que los consumidores puedan acceder a bienes y servicios pagando en dólares y en cuotas, una modalidad que hoy ya existe en casos puntuales. Un ejemplo es Despegar, que permite pagar paquetes turísticos en moneda extranjera hasta en tres pagos. El cliente elige si abona mediante Debin, tarjeta de débito o crédito.
Qué es el Debin en dólares y por qué es clave
El esquema que promueve el Gobierno se apoya en el Debin (Débito Inmediato) programado sobre cuentas en dólares.
Esta herramienta permite que el débito se ejecute sólo si hay fondos disponibles, y no requiere intermediación de tarjetas. Así, el comercio asume el riesgo, no el banco.

Desde el sector bancario explican que están preparados para implementarlo, pero la clave será la adhesión de los comercios. Si no hay interés por parte de los negocios en vender en dólares y en cuotas, el sistema podría quedar relegado a casos muy puntuales.
¿Qué pasa con las tarjetas de crédito?
En un país donde el consumo en cuotas con tarjeta es una práctica extendida, muchos se preguntan si este sistema podrá replicarse con tarjetas de crédito. Desde Visa y Mastercard aseguran que la infraestructura técnica ya está lista para operar en dólares y en cuotas. Sin embargo, faltan definiciones regulatorias y claridad legal, según sostienen los bancos.
A pesar de que el Banco Central autorizó este año a las entidades a prestar divisa extranjera incluso a quienes no generan ingresos en esa moneda, las entidades financieras no quieren asumir el riesgo crediticio en moneda extranjera. Además, explican que las tarjetas implican una financiación preaprobada, lo que complica el control sobre a quién se le otorgan los créditos.
¿Qué se necesita para que funcione?
Por ahora, el sistema bancario se muestra reticente a expandir esta opción sin un marco más claro. La experiencia con los pagos en dólares con débito, que tuvieron baja adopción desde su lanzamiento en febrero, no ayuda a generar confianza.

Para que el sistema de cuotas en dólares despegue, se requiere que más comercios lo ofrezcan, que los bancos asuman el desafío operativo y regulatorio, y que los consumidores vean una ventaja real en financiar sus compras en moneda extranjera.