El presidente de Estados Unidos montó un nuevo escrache diplomático en el Salón Oval de la Casa Blanca, esta vez contra el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, a quien expuso en vivo a la visualización de un video en el que sus opositores lo acusan de un genocidio contra la población blanca en el país africano.
Durante un encuentro oficial con Ramaphosa que había comenzado como cordial, Trump pidió que apagaran las luces para que se proyectara un video en una pantalla, afirmando que mostraba a sudafricanos negros hablando de genocidio.
"Les permites tomar tierras y cuando toman las tierras, matan al agricultor blanco. Cuando matan al agricultor blanco, no les pasa nada", dijo Trump. También le mostró a su par sudafricano recortes de prensa que, según él, confirman su denuncia.
La respuesta de Sudáfrica
Ramaphosa negó que su país esté confiscando tierras de agricultores blancos en el marco de una ley de expropiación aprobada en enero, con la que se pretende corregir las desigualdades históricas del dominio de la minoría blanca.
"No, no, no, no", dijo Ramaphosa. "Nadie puede tomar tierras", aseguró y aclaró que en su país la principal víctima de la criminalidad es la población negra y que los blancos poseen la mayor parte de las tierras del país, pese a que representan solo el 7,3% de la población.

La prensa estaba presente y Ramaphosa apenas pudo decir palabra durante la transmisión de las imágenes. Hasta que en cierto punto le pidió a Trump bajar el tono a las acusaciones y "hablar del asunto con mucha calma": "Nelson Mandela nos enseñó que siempre que hay problemas, la gente debe sentarse a la mesa y conversar. Y esto es precisamente de lo que nosotros también queremos hablar", dijo.