La frase “Íbamos a la calle”, escrita en mayúsculas y en una hoja oficio manchada de sangre, fue lo primero que vieron los investigadores al ingresar a la cocina del departamento del sexto piso en Villa Crespo, donde el jueves se descubrió el brutal crimen de la familia Seltzer. Para los peritos, ese mensaje resume el posible móvil detrás de la tragedia, lo que significaría una situación de desesperación, agudizada por problemas de salud mental, que desembocó en un crimen múltiple seguido de suicidio.
La carta estaba escrita a mano, con distintas tipografías y frases sueltas. “Les arruinaba la vida”, “Fue mucho”, “Los amo”, “Lo siento”, son algunas de las expresiones que aparecían dispersas en la hoja. También había dos manchas de sangre, que refuerzan la hipótesis de que el escrito fue redactado entre los homicidios y la muerte final de toda la familia Seltzer.
Según las primeras conclusiones, se sospecha que María Leguizamón, la madre de la familia, asesinó a su esposo y a sus dos hijos adolescentes antes de quitarse la vida. La mujer tenía antecedentes de una severa patología psiquiátrica y estaba bajo tratamiento. Allegados indicaron que había sufrido una recaída reciente y atravesaba una etapa de encierro y depresión.
La carta, cuyo contenido fue descripto por fuentes cercanas a la investigación como “claramente escrita por alguien fuera de sus cabales”, es analizada para determinar si fue escrita en su totalidad por Leguizamón o si pudo haber intervenido otra persona. Aunque esa posibilidad no se descarta por completo, la principal hipótesis sostiene que, en medio de un brote psicótico, la mujer escribió parte del mensaje con su mano dominante y el resto con la otra.

El hallazgo de los cuerpos de la familia Seltzer estremeció al barrio. La empleada doméstica fue quien descubrió la escena al llegar al departamento: uno de los hijos yacía en la cocina, cerca de la puerta de entrada, con signos de haber intentado escapar. El otro fue hallado sin vida en su habitación. Ambos presentaban múltiples heridas de arma blanca y signos de defensa.
El padre, Daniel Seltzer, un conocido analista del mercado de granos, fue encontrado sin vida en la cama. Todo indica que fue atacado mientras dormía. El cuerpo de Leguizamón estaba en el baño, con heridas punzocortantes, sin marcas defensivas, y presentaba elementos que podrían estar vinculados al forcejeo previo, como una uña incrustada en el cuello y pelos entre los dedos.
El fiscal César Troncoso está a cargo de la causa, con la colaboración de la Policía de la Ciudad. Mientras avanza la investigación, el mensaje “Íbamos a la calle” adquiere un valor central para entender el estado emocional de Leguizamón: un posible temor al desamparo o a la pérdida de control que habría detonado la tragedia.