La jueza Julieta Makintach quedó en el ojo de la tormenta en el juicio por la muerte de Diego Maradona y se encuentra en el centro de una investigación por una decisión que podría poner en jaque la validez del debate oral.
Makintach integra el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro, donde se lleva adelante uno de los juicios más sensibles de los últimos tiempos por tratarse de uno de los máximos íconos del deporte argentino.
La magistrada, de 47 años y con más de dos décadas de trayectoria judicial, está siendo investigada por haber permitido la grabación de audiencias judiciales con presuntos fines documentales. La sospecha es que se trataba de una producción enfocada exclusivamente en su figura, algo que, de comprobarse, podría derivar en la nulidad del juicio.

Makintach: una figura que no pasa desapercibida
Lejos del bajo perfil que suele caracterizar a muchos jueces y juezas del conurbano norte, Makintach se muestra activa en redes sociales, donde comparte desde reflexiones jurídicas hasta fotos en la playa.
Tiene domicilio en Boulogne, partido de San Isidro, y pertenece a una familia con peso propio en el ámbito judicial: es hija del reconocido juez Juan Makintach, y su hermano, Juan Makintach (h), es uno de los socios de la productora Pegsa, que fue señalada inicialmente como posible responsable de la grabación en cuestión.

La propia jueza se define como una apasionada por su trabajo. En sus perfiles públicos, destaca su formación como magíster en Derecho Penal por la Universidad Austral, donde además da clases. También se presenta como coach ontológica y promotora de un enfoque judicial con perspectiva de género.
En un reciente posteo de LinkedIn celebró sus ocho años como jueza penal y 25 desde su ingreso al Poder Judicial. "Creo que tener la posibilidad de decir el derecho en un camino que busca la verdad para dar a cada uno lo suyo es un privilegio que me llena de orgullo", escribió.
Trayectoria y posicionamientos públicos
Makintach comenzó su carrera en 1998 en el Juzgado de Transición N° 4. Más tarde pasó por el Juzgado de Garantías N° 3 y desde 2017 integra el TOC N° 2 (hoy número 3) de San Isidro. En sus redes sociales y entrevistas participa activamente en debates sobre justicia penal, derechos de las víctimas y violencia de género.
En un video reciente del ciclo "Mujeres en Derecho", expresó: "La sociedad está pidiendo del Estado una respuesta rápida y eficaz ante la violencia de género. Hay una necesidad legítima de justicia que no podemos desatender".
Pese a su experiencia y formación, hoy la jueza Makintach enfrenta un escenario complejo. La investigación en su contra plantea interrogantes sobre los límites entre lo público y lo privado, el rol de los jueces en tiempos de exposición digital y, sobre todo, sobre la transparencia de un juicio que tiene al país entero mirando.
Mientras tanto, los familiares de Maradona, los acusados y la sociedad esperan que el proceso no se vea empañado por decisiones extrajudiciales que desvíen el foco de lo realmente importante: esclarecer cómo murió el máximo ídolo del fútbol argentino.