Las rosquitas son un clásico infalible a la hora del mate, especialmente cuando empieza a refrescar y buscamos algo rico y casero para compartir. Con esa textura tierna por dentro y un rebozado dulce por fuera, estas delicias fritas conquistan por igual a chicos y grandes. Además, no requieren ingredientes difíciles ni pasos complicados, lo que las convierte en una gran opción para animarse a la cocina en casa.
A medida que bajan las temperaturas, muchos porteños y porteñas redescubren el placer de preparar recetas tradicionales, esas que huelen a cocina de abuela y tienen gusto a infancia. Las rosquitas, que se pueden rellenar con dulce de leche, crema pastelera o lo que tengas a mano, son una de esas preparaciones que vuelven con fuerza en otoño e invierno. La versión que compartimos hoy es de Cocineros Argentinos, con una fórmula que sale siempre bien y que podés adaptar fácilmente si llevás una dieta vegana.
Su origen se remonta a recetas europeas que llegaron a la Argentina y se adaptaron al paladar local, sumando rellenos dulces y el toque inconfundible de la fritura lenta. Hoy, las rosquitas se disfrutan en todo el país, pero en Buenos Aires tienen un lugar especial: las panaderías las ofrecen todo el año, pero nada como hacerlas uno mismo para que salgan calentitas y recién hechas.

Ingredientes para unas rosquitas irresistibles
- Harina 0000: ½ kilo
- Azúcar: 100 g
- Una pizca de sal
- Ralladura de naranja
- Esencia de vainilla
- 1 huevo + un chorrito de esencia de vainilla
- 1 yema
- Leche: 180 cc
- Levadura fresca: 15 g
- Manteca: 60 g

Paso a paso para preparar rosquitas caseras
- En un bowl, mezclá la harina, el azúcar, la sal, la ralladura de naranja y la esencia de vainilla.
- Hacé una corona en el centro y sumá el huevo, la yema, la levadura desgranada y la leche de a poco.
- Una vez que armaste el bollo, incorporá la manteca y amasá hasta lograr una masa suave y lisa.
- Cortá bollitos de unos 30 gramos, tapalos y dejalos descansar 20 a 25 minutos.
- Hacé un agujerito en el centro de cada uno para darle forma de rosquita.
- Freí en aceite a 170–180 °C, con cuidado de que no esté muy caliente para que se cocinen bien por dentro.
- Rebozalas en azúcar y, si querés, rellenalas con dulce de leche, crema pastelera, dulce de batata o membrillo.

Versión sin huevo ni lácteos
Si querés preparar rosquitas sin ingredientes de origen animal, podés reemplazar la leche por una vegetal (como de avena o almendras), usar margarina vegetal en lugar de manteca, y sustituir el huevo y la yema por puré de manzana (una cucharada por cada huevo) o una mezcla de semillas de lino activadas. El resultado es igual de rico y podés compartirlo con todos.
Ya sea para acompañar unos mates de tarde o para sorprender en un desayuno, las rosquitas son una receta noble, rendidora y cargada de sabor casero. Una propuesta ideal para este otoño porteño.