El alfajor es un clásico de la cocina argentina, y su versión santafesina es, sin dudas, una de las más valoradas por su calidad artesanal y su estilo inconfundible. ¿Cómo prepararlo en tu casa?
El alfajor santafesino es uno de los más emblemáticos de la gastronomía y es tan particular que no hay otro que se le asemeje. Gracias a su sabor inconfundible y su particular presentación en capas finas, se convirtió en una referencia obligada dentro de la gastronomía nacional.
El alfajor santafesino tiene sus raíces en la provincia de Santa Fe y se distingue del resto de las versiones nacionales, como el cordobés o el marplatense, por su estructura en capas finísimas de masa, rellenas de abundante dulce de leche repostero y cubiertas con un baño de glasé.

Este tipo de alfajor comenzó a elaborarse de forma artesanal a fines del siglo XIX y se hizo popular entre los viajeros que recorrían la región litoral del país. Gracias a su particular textura, su sabor dulce y su estética simple pero delicada, rápidamente se ganó un lugar de privilegio en las mesas santafesinas.
Con el tiempo, algunas confiterías de renombre se dedicaron a perfeccionar su receta, manteniendo viva una tradición que hasta el día de hoy se conserva intacta. Hoy, el alfajor santafesino no sólo se disfruta en su provincia natal, sino que también se vende en rutas, ferias y almacenes de productos regionales de todo el país. ¿Cómo prepararlo?
Características del auténtico alfajor santafesino
A diferencia de otras variantes, el alfajor santafesino se caracteriza por tener:
- Capas finas de masa horneada: generalmente entre tres y cinco, aunque algunas versiones caseras pueden llegar a seis.
- Relleno generoso de dulce de leche repostero: que mantiene la estructura y evita que se desborde.
- Baño de glasé blanco: realizado con claras de huevo, azúcar impalpable y unas gotas de limón, que se endurece al secarse y le da ese brillo característico.
El resultado es un alfajor suave, de textura crocante en su cobertura y tierna en su interior, con un equilibrio perfecto entre el dulce de leche y el glasé.

Cómo preparar el auténtico alfajor santafesino
Para poder preparar en casa el auténtico alfajor santafesino, necesitás reunir los siguientes ingredientes. La mayoría son productos básicos que seguramente tenés en tu cocina o podés conseguir sin dificultad.
Para la masa:
- 5 yemas de huevo
- 90 a 100 cc de agua
- 500 g de harina 0000
- 1 cucharada de licor de anís
- 100 g de manteca (puede reemplazarse por grasa fina de cerdo, como dicta la tradición)
- 1 cucharadita de sal
Para el relleno:
- Cantidad necesaria de dulce de leche repostero
Es importante que sea repostero, ya que es más denso y permite armar las capas sin que se desarme el alfajor.
Para el baño de glasé:
- 200 g de azúcar común
- 50 cc de agua
- Unas gotas de jugo de limón
- 1 clara de huevo
- 200 g de azúcar impalpable

Paso a paso, cómo prepararlo
1. Preparar la masa
En un bol amplio, colocar la harina 0000 y realizar un hueco en el centro. Allí incorporar las yemas de huevo, la manteca pomada o grasa de cerdo, la cucharada de licor de anís, la sal y de a poco el agua, que debe estar a temperatura ambiente.
Integrar los ingredientes desde el centro hacia los bordes hasta formar una masa homogénea y suave, que no se pegue en las manos pero sea maleable. Amasar durante unos 10 minutos sobre una superficie lisa y ligeramente enharinada.
Una vez lista, cubrir con film y dejar reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos. Este paso es fundamental para que la masa se relaje y sea más fácil de estirar.
2. Estirar y cortar las tapas
Luego del reposo, dividir la masa en porciones pequeñas y estirar con un palo de amasar hasta obtener un grosor de 2 a 3 milímetros. Cuanto más finas sean las tapas, mejor será el resultado final.
Con ayuda de un cortante redondo de aproximadamente 8 a 10 centímetros de diámetro, cortar las tapas y colocarlas sobre una placa para horno previamente enharinada o con papel manteca.
Es importante pincharlas con un tenedor para evitar que se inflen durante la cocción.
3. Cocinar las tapas
Precalentar el horno a 180°C y cocinar las tapas durante 5 a 7 minutos, hasta que apenas comiencen a dorarse en los bordes. No deben tomar mucho color, ya que deben mantenerse claras.
Retirar y dejar enfriar completamente antes de armarlas.
4. Rellenar con dulce de leche
Una vez frías, tomar una tapa y untar generosamente con dulce de leche repostero. Cubrir con otra tapa, volver a colocar dulce de leche y así sucesivamente hasta lograr tres, cinco o seis capas, según la preferencia.
Al finalizar, presionar levemente para acomodar el relleno.
5. Preparar el baño de glasé
En una olla, colocar los 200 g de azúcar común, los 50 cc de agua y unas gotas de jugo de limón. Llevar a fuego bajo, revolviendo hasta obtener un almíbar de punto hilo. Esto se comprueba tomando un poco entre los dedos y viendo que se forma un hilo al separarlos.
Mientras tanto, batir la clara de huevo a punto nieve.
Cuando el almíbar esté listo, incorporarlo en forma de hilo a la clara batida, sin dejar de batir.
Agregar los 200 g de azúcar impalpable de a poco, hasta obtener una preparación brillante, fluida y blanca.
6. Bañar los alfajores
Colocar los alfajores armados sobre una rejilla con una bandeja debajo para recoger el excedente de glasé. Verter el glasé por encima de cada alfajor con una cuchara o bañar completamente, cubriendo todos los lados. Dejar secar a temperatura ambiente hasta que el baño endurezca y tome brillo.
Consejos prácticos para un alfajor perfecto
- El uso de grasa fina de cerdo en lugar de manteca le da a la masa una textura y sabor más tradicional. Si preferís, podés usar manteca sin sal.
- No excederse en la cocción de las tapas, ya que deben quedar suaves y apenas doradas.
- El dulce de leche repostero es indispensable. Evitá los dulces de leche clásicos para untar, ya que son más fluidos y pueden desbordarse.
- Dejá reposar los alfajores bañados durante al menos 4 horas antes de consumirlos, para que el glasé se endurezca bien y los sabores se asienten.
El alfajor santafesino como patrimonio gastronómico
Más allá de su sabor, el alfajor santafesino representa parte de la identidad cultural y gastronómica de la provincia de Santa Fe. Sus confiterías históricas y su elaboración artesanal siguen siendo un atractivo turístico y una costumbre local.
Incluso, en la ciudad de Santa Fe capital, existen recorridos gastronómicos que incluyen la degustación de alfajores en distintas versiones y presentaciones, junto con otras especialidades como el helado artesanal y el vermut.