Cámaras de seguridad registraron el momento en que un efectivo de la Policía Federal se defendió a los tiros de un intento de robo y terminó hiriendo a Thiago Correa, un chico de siete años que quedó con muerte cerebral y se encuentra luchando por su vida.
Thiago Correa estaba junto a su papá esperando el colectivo cuando quedó en medio de un tiroteo entre el agente (que se encontraba de civil y fuera de servicio) y cuatro delincuentes armados que intentaron robarle. En medio del fuego cruzado, una bala le impactó en la cabeza mientras su padre lo sostenía sobre los hombros.
La secuencia quedó registrada en un video de poco más de un minuto que ya está en manos de la Justicia. En las imágenes se ve cómo los cuatro sospechosos se aproximan corriendo desde mitad de cuadra y abordan al policía, que se encontraba junto a su madre en la parada de colectivo. De inmediato se escuchan varias detonaciones y se observa la huida de los delincuentes.
El efectivo fue identificado como Facundo Daniel Aguilar Fajardo, de 21 años, oficial ayudante de la Dirección Montada de la Policía Federal. Según fuentes del caso, el joven se identificó como policía al ser abordado, extrajo su arma reglamentaria y comenzó a disparar.
El fiscal Diego Rulli, a cargo de la investigación, ordenó su detención bajo la acusación de exceso en la legítima defensa, figura contemplada cuando una respuesta armada ante un ataque supera los límites razonables y termina generando consecuencias más graves que el hecho original.

Caso Thiago Correa: sospechas de manipulación de las pruebas
Durante las pericias realizadas por la Policía Científica, los investigadores detectaron una irregularidad que encendió las alarmas: no se hallaron vainas servidas en la escena del tiroteo. Solo se encontró el cargador del arma, lo que abre la hipótesis de una posible alteración de la evidencia.
Los peritos no descartan que alguien haya retirado los casquillos con la intención de entorpecer la causa o disimular la secuencia real de los disparos. Este elemento fue clave para que el fiscal Rulli avanzara con la detención del agente mientras se analizan las filmaciones y se completan las pericias balísticas.
Mientras tanto, la familia de Thiago Correa atraviesa horas de profundo dolor. El menor permanece internado en estado crítico, con diagnóstico de muerte cerebral. El caso generó conmoción en el barrio y reaviva el debate sobre el uso del arma reglamentaria fuera de servicio, los límites del accionar policial y la seguridad en el conurbano.