Durante los meses de frío, muchas plantas entran en una especie de “pausa biológica”. Otras, más sensibles, pueden sufrir daños irreparables si no reciben cuidados específicos.
Sin embargo, los viveristas argentinos aplican técnicas simples, pero efectivas para preparar las especies más delicadas y garantizar su supervivencia. Y vos también podés hacerlo en casa.
Cómo proteger tus plantas del frío: el truco clave: endurecimiento progresivo
Uno de los secretos menos conocidos por los aficionados a la jardinería es el proceso de endurecimiento. Consiste en exponer progresivamente a las plantas a temperaturas más bajas, para que desarrollen mecanismos naturales de defensa.

Si tenés especies tropicales o plantas de interior que en verano están al aire libre, no las ingreses de golpe cuando baje la temperatura. En su lugar:
- Reducí el riego.
- Movelas a un lugar intermedio (como un patio cerrado).
- Permití que se adapten al cambio de forma gradual.
El truco del vinagre para prevenir hongos
El ingeniero agrónomo Carlos Boschi recomienda reducir al mínimo el riego en invierno. “El exceso de agua favorece la aparición de hongos en el suelo”, señala.
Un truco casero: agregá una cucharada sopera de vinagre de alcohol por cada 3 litros de agua de riego. Esto baja levemente el pH del suelo, lo que dificulta la germinación de esporas fúngicas.

Mulching: el abrigo natural que protege las raíces
Cubrir el suelo con hojas secas, paja, corteza o cartón (técnica conocida como mulching) cumple tres funciones fundamentales:
- Aísla las raíces del frío extremo.
- Conserva la humedad.
- Aporta materia orgánica al suelo.
Protección extra para especies sensibles
Algunas plantas no resisten ni una helada leve. Para cuidarlas:
- Usá telas antiheladas, plásticos perforados o estructuras caseras con botellas y cartón.
- Si están en macetas, acercalas a una pared o bajo un alero.
- Cubrilas por la noche con una sábana vieja.
- En arbustos jóvenes, envolvé el tronco con arpillera.