Alesia Abaigar, la funcionara bonaerense acusada de lanzar caca a la casa de José Luis Espert, fue la primera arrestada en el marco de esta causa (con una velocidad asombrosa) y, ahora, fue trasladada a la cárcel de mujeres de Ezeiza, acusada de vandalismo.
La jueza de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, fue quién ordenó el traslado de Abaigar, que trabajaba en la Dirección de Sensibilización y Promoción de Derechos en el Ministerio de la Mujer de la provincia de Buenos Aires. El traslado se realizó luego de que prestara declaración y pasara una noche alojada en una alcaidía.
El abogado de Abaigar, Daniel Llermanos, aseguró a la prensa que la jueza Arroyo Salgado incurrió en “un cúmulo de errores” al decidir ordenar la detención y su traslado a Ezeiza. Según afirmó, los motivos de la detención no implican delito, ya que se trata, apenas, de una contravención municipal.
Lo mismo había dicho ayer la vicegobernadora Verónica Magario: “Alesia Abaigar fue privada de su libertad por un hecho que no excede el ámbito de una contravención menor. Más de 48 horas incomunicada, con su excarcelación denegada y sin fundamentos jurídicos sólidos, sigue detenida. Es preocupante el uso desproporcionado del aparato judicial y policial frente a una protesta política, y la criminalización del disenso”.
“Hoy se la vio muy mal, caída y con una salud muy débil”, dijo Llermanos, al tiempo que agregó “tirar basura, estiércol o un cartel insultando a alguien, es una acción negativa, pero no es un delito penal”. En ese marco, solicitó la libertad inmediata y precisó que “está presa como en la época de facto”, y consideró que con este precedente “a esta altura del partido estamos todos en peligro: así se empieza y no se sabe cómo se termina”.
Ayer, diputadas y senadoras de distintos sectores del peronismo y también del Frente de Izquierda, se acercaron a la plaza Lavalle, frente a Tribunales, para participar de la conferencia de prensa que se realizó para pedir por la libertad de Abaigar.
Por qué Abaigar fue acusada y detenida
El domingo por la noche, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se refirió a los detenidos: “La camioneta con la que se cometió el delito es de la Provincia, depende de la Municipalidad de Quilmes. No sabemos todavía quién la manejaba. Sí sabemos que pertenecía a la madre de Alesia -conocida bajo el nombre de Eva-”.
“Todo esto fue una acción meditada. Eran varios los que participaron. Compraron bosta y no actuaron desde la bronca. Era más que bronca. Hablamos de personajes que son funcionarios públicos, que utilizan medios públicos. Es un agravante. Y como en el caso particular de la funcionaria, cualquier persona que cometa un delito tiene que pagar. En este caso ella se encuentra recluida en la Unidad 7 de Ezeiza, una cárcel de mujeres”, completó.

Según dijo la madre de Abaigar más tarde, su hija le había extendido una cédula azul como "gesto", y que por eso lo tenía en su poder. Ella, mayor de 70 años, también estuvo detenida unos días. "Cuando nos llamó el juzgado para declarar, nos llevaron esposadas e incomunicadas una de la otra. La situación fue espantosa".
"Me allanaron, me quitaron el celular, yo soy psicóloga, perdí los contactos de mis pacientes, mi trabajo”, lamentó. Además, relató que durante su declaración ante la jueza ni siquiera les pudieron precisar cuál era el delito del que se acusaba a su hija. “El abogado al lado mío le preguntó de qué delito se la acusa, y ella dijo que no es que haya un delito”, sino una serie de hechos. "Está presa por kirchnerista, por militante. Ese es el único motivo”, cerró.