El diputado nacional Ricardo López Murphy presentó en la Cámara Baja un proyecto de ley que plantea un cambio significativo en la denominación de la moneda nacional: propone reemplazar el actual peso argentino por el “Argentum”, una nueva moneda que, según el texto, no representa una reforma económica, sino una medida técnica con fines de orden y simplificación.
La iniciativa busca facilitar la lectura de los precios, mejorar la claridad contable y aliviar la carga operativa en los sistemas financieros, tanto públicos como privados. En palabras del propio legislador: "No altera el poder adquisitivo ni afecta la economía real, pero sí ordena el sistema monetario y mejora la legibilidad de cifras que hoy son inentendibles para cualquier ciudadano o empresa".
La propuesta plantea que el Argentum tenga un valor equivalente a 1.000 pesos actuales y que comience a circular con curso legal en todo el territorio argentino a partir del 1 de enero de 2026.

Argentum: una nueva moneda para simplificar las operaciones
El proyecto prevé un período de transición de seis meses (a partir de enero de 2026) durante el cual el peso y el Argentum convivirán como monedas de curso legal. A partir de julio de ese mismo año, el Argentum quedaría como única moneda oficial. La conversión será automática y con una equivalencia de 1 Argentum (AG) por cada 1.000 pesos actuales.
Durante ese lapso, todas las remuneraciones, jubilaciones, contratos, pagos e instrumentos legales se ajustarán automáticamente a la nueva unidad monetaria, sin necesidad de modificaciones contractuales ni gestiones adicionales por parte de ciudadanos o empresas.
Además, el proyecto contempla que las entidades financieras realicen la conversión de saldos de manera directa y obligatoria, y que el Banco Central supervise todo el proceso, incluyendo la emisión de los nuevos billetes. También se deja abierta la posibilidad de que algunos billetes de pesos sean sellados para prolongar su circulación durante el período de coexistencia.

Una propuesta con antecedentes históricos
López Murphy argumenta que la iniciativa se enmarca dentro de una larga tradición de redenominaciones monetarias en la historia argentina. Desde la independencia, el país ha atravesado varios cambios de signo monetario. La última vez fue en 1992, cuando el peso reemplazó al austral eliminando cuatro ceros. En este caso, se eliminarían tres.
Puntos salientes del proyecto
Entre los aspectos centrales de la propuesta se destacan:
- Reconversión automática de todos los instrumentos legales y financieros a la nueva unidad monetaria.
- Validez transitoria del peso, que circulará durante seis meses tras el inicio del cambio.
- Supervisión del Banco Central, encargado de garantizar la implementación del nuevo esquema.
- Campaña de comunicación pública, que el Ejecutivo deberá llevar adelante para explicar el proceso a la ciudadanía.
Según el legislador, el Argentum no es una medida de fondo, sino una herramienta para ordenar lo que hoy está desbordado: "Esto no es un ajuste ni un cambio estructural. Es sentido común aplicado a un sistema que necesita claridad", afirmó