En línea con la política migratoria de Donald Trump en Estados Unidos, el gobierno de Javier Milei deportó a una familia palestina de cinco personas que había llegado al país para pasar unos días de vacaciones. Estuvieron retenidos más de 24 horas y finalmente fueron engañados para firmar papeles donde, sin saberlo, accedían a ser deportados.
La familia, empresarios palestinos cristianos de apellido Abu Farha y residentes en Belén, había aterrizado en Ezeiza con toda su documentación en orden, visas emitidas por la propia embajada argentina en Tel Aviv, carta de invitación, certificados de buena conducta, seguro médico, reserva de hoteles y pasajes de regreso. La idea era pasar no más de 10 días de vacaciones, pero terminaron siendo maltratados, discriminados y deportados de manera forzosa.
Según explicó Sandy Bassam Hanna Abu Farha, una de las hijas de la familia, sufrieron una “detención ilegal, trato degradante y deportación forzada por parte de las autoridades migratorias argentinas”. “Lo que pasó fue increíble. Vivimos un infierno y no sé por qué pasó todo esto. Todo fue ilegal”, afirmó en diálogo con Página 12.
La familia se dedica al turismo en Tierra Santa, y varios de los socios del rubro en el país, otros operadores turísticos con los que tienen vínculos de amistad, los estaban esperando para recibirlos. Aterrizaron el 16 de junio por la noche y fueron detenidos en el aeropuerto durante 24 horas con sus pasaportes retenidos y sin que se les permitiera comer, abrigarse -estaban con ropa de verano y sus abrigos estaban en las valijas- ni buscar medicamentos de enfermedades crónicas que también habían despachado.

Según su relato, después de varias horas sin que nadie les explique el motivo de la retención, un agente migratorio les dijo que tenían que firmar un documento que los autorizaba para acceder a la zona de embarque, donde están los restaurantes, para poder comer. Pero los habían engañado: los hicieron firmar el papel de su deportación por “falsos turistas”, cosa que no sabían porque el documento estaba en español y no les ofrecieron un traductor, a pesar de que lo pidieron.
“El agente de Migraciones nos dijo que este papel era para que fuéramos a un lugar más cómodo a comer y beber hasta que revisaran nuestra visa. Mintió, nos engañó y nos hizo firmar sin que nadie nos tradujera nada”, afirmó la mujer palestina.
La "confusión" que derivó en la deportación de los palestinos
Al pasar las horas y sin tener noticias de los visitantes, los socios contactaron una abogada que fue a Ezeiza e intentó tomar contacto con los cinco palestinos para constituirse en su asesora legal, pero se lo negaron. Por eso, otro letrado presentó un hábeas corpus cuando ya llevaban 16 horas retenidos sin ningún tipo de explicación. El personal de Migraciones sólo les permitió hablar con diplomáticos palestinos.
La explicación oficial del Gobierno fue que apareció una alerta internacional para uno de los miembros de la familia al momento de ingresar. Sin embargo, no hubo precisiones respecto al motivo de la alerta ni la fuente que la emitió. Según indica el hábeas corpus, presentado ante el Juzgado Federal N° 1 de Lomas de Zamora, “se confunde al ciudadano Bassam Hanna Issa Abouferha con otra persona, situación que fue aclarada”.
“Hace siete años, mi padre envió dinero a China y se negaron a ingresarlo. Nos informaron sobre una alerta por una persona del mismo nombre. Enviamos al banco su pasaporte, que muestra el nombre de su madre. Con eso nos dijeron que estaba resuelto, que solo tenían nombres similares con otra persona. Desde entonces, cuando viajamos, llevamos un documento de aclaración sobre esto, pero nunca nos lo pidieron en ningún lado”, explicó Sandy sobre esa situación.

El pasaporte de Bassam Hanna Issa Abu Farha tiene sellos de 2024 y 2025 de países de todo el mundo a los que viaja como empresario de turismo y en las que nunca tuvo problemas para ingresar. Además, llevaba consigo un certificado de buena conducta emitido por la autoridad palestina y un documento oficial que aclara que no es aquel con quien lo confundió el banco chino años atrás. “Deberían haber venido a decirnos cuál era la situación. Se los hubiera aclarado de inmediato", se lamentó la hija.
Tras 25 horas retenidos en Ezeiza, finalmente los cinco palestinos fueron deportados en un avión directo a Estambul. Recién en territorio turco pudieron recuperar sus pasaportes y trazar un complicado esquema para regresar a su ciudad, ya que tres de ellos no tenían visa para permanecer en Turquía. Uno de los primeros casos resonantes que se dan en el marco de la nueva política migratoria de Milei.