Solana Sierra venció en tres sets a la española Cristina Bucsa por 7-5, 1-6 y 6-1, y se metió en los octavos de final de Wimbledon. Se trata de su mejor actuación en un Grand Slam, un logro inédito para una lucky loser (jugadora que accede al cuadro principal tras perder en la clasificación) y la actuación más destacada del tenis femenino nacional en este certamen desde 2004.
El impacto de este resultado trasciende lo deportivo. Solana Sierra se aseguró un premio de 240 mil libras esterlinas, lo que significan más de 320 mil dólares. Esta cifra duplica con creces los 173 mil que había acumulado en toda su carrera profesional hasta antes del torneo. Si gana su próximo partido, el monto ascenderá a 400 mil libras.
Hasta este Wimbledon, la joven argentina nunca había ganado un partido en el cuadro principal de un Grand Slam. Su ingreso al torneo fue inesperado, tras quedar eliminada en la última ronda de la qualy y acceder como lucky loser por la baja de Greet Minnen. Desde entonces, encadenó tres victorias consecutivas que la colocan en el centro de la escena del tenis mundial.

Gracias a esta racha, Solana Sierra se convirtió en la primera tenista argentina en alcanzar los octavos de Wimbledon desde Paola Suárez en 2004. Además, su rendimiento la catapultó en el ranking en vivo: ya figura en el puesto 65°, tras haber ingresado al torneo como 101°. Este salto es clave para consolidar su lugar en los cuadros principales del circuito WTA.
Entrenada en la Rafa Nadal Academy desde marzo, Solana Sierra venía construyendo su camino con títulos en el circuito ITF, incluido el W125 de Antalya. Ahora, su irrupción en Londres puede significar un punto de inflexión: no solo por lo conseguido, sino por lo que se proyecta. En la próxima ronda se enfrentará a la alemana Laura Siegemund, otra sorpresa del torneo, que eliminó a la estadounidense Madison Keys (8° preclasificada).