La visita de la presidenta del Consejo de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán aumentó al máximo la tensión geopolítica en oriente, luego de que China advirtiera que "habrá graves consecuencias si ella (Pelosi) insiste en hacer la visita".
Esta mañana se movilizaron grandes contingentes militares chinos en la provincia de Fujian, que está a 200 kilómetros de la isla que el gobierno de Xi Jinping reclama como parte de su territorio soberano. De manera análoga, despegaron ocho aviones desde Japón para vigilar a la séptima flota de la armada norteamericana, estacionada al este de la isla.
Procedente de Singapur, el avión en que viajaba Pelosi aterrizó en Taipei esta mañana (noche taiwanesa) escoltado por 15 aviones militares taiwaneses.
Frente a este complejo escenario, creció la tensión geopolítica en todo el mundo, con advertencias de Rusia, que acusó a Estados Unidos de querer desestabilizar todo el mundo, y de Alemania, que adelantó que se pondría del lado de Taiwán si China decidía invadir la isla.
Frente a este escenario, en la cancillería argentina observan con preocupación una conflicto que podría tener repercusiones insospechadas para la totalidad del globo.
En este sentido, cobra relevancia la gira que protagonizó Alberto Fernández en febrero al gigante asiático, en la que asistió a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y firmó una declaración de apoyo conjunto con China en la que ambos países expresan su apoyo en defensa de sus intereses soberanos.
En su punto cuarto, la declaración de Beijing expresa que "la Parte argentina reafirmó su adhesión al principio de una sola China, mientras que la Parte china reiteró su apoyo a los reclamos de ejercicio pleno de soberanía de la Argentina en la Cuestión de las Islas Malvinas, así como a la reanudación a la mayor brevedad de las negociaciones encaminadas a la solución pacífica de la disputa, de conformidad con las resoluciones pertinentes de la Organización de las Naciones Unidas".
La Parte argentina reafirmó su adhesión al principio de una sola China, mientras que la Parte china reiteró su apoyo a los reclamos de ejercicio pleno de soberanía de la Argentina en la Cuestión de las Islas Malvinas.
Cabe recalcar que la visita de Pelosi representa un quiebre en el posicionamiento diplomático que Estados Unidos mantiene desde 1971, cuando comprometió su respeto a la tesis de "Un país-dos estados", cuando Taiwán abandonó el Consejo de Seguridad de la ONU y se incorporó China, justamente patrocinada por Estados Unidos.
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