Tremendamente polarizado está el clima político en Brasil a poco más de una semana de la segunda vuelta entre Lula da Silva y el actual presidente, Jair Bolsonaro.
Con ambos candidatos tratando de sacar partido de cada polémica que se genera, el último escándalo tiene que ver con unas declaraciones desubicadas que Bolsonaro en una entrevista, en las que sexualizó a unas niñas venezolanas.
El mandatario aseguró que había constatado la pobreza de los migrantes venezolanos al visitar a unas “niñitas (…) bonitas, de 14, 15 años, arregladas para ganarse la vida”, con las que “Pintou um clima”, una expresión difícil de traducir de manera literal, pero que significa que “había ambiente de levante”.
Ofendida, la madre de las niñas salió rápidamente a aclarar que sus hijas no son prostitutas y Bolsonaro debió disculparse. El escándalo llegó a tanto que el presidente debió contratar una campaña en Google titulada “Bolsonaro NO es pederasta”.
En este escenario, Lula aseguró que sería muy fuerte acusar de pederastia a su rival, pero que a veces sí “se comporta como si fuese uno”.
“El tratamiento que da a las mujeres es escandaloso. Él va a terminar el mandato y nunca llamó a la sociedad, ni a los favelados, ni a trabajadores, ni sindicatos, ni mujer, ni negro, nada. El vive para alimentar a los parapoliciales de la mentira que lo siguen. Tiene un ejército poderoso para divulgar mentiras, vive de eso”, dijo.
Él vive para alimentar a los parapoliciales de la mentira que lo siguen. Tiene un ejército poderoso para divulgar mentiras, vive de eso.
Además, el expresidente, que dirigió al país de 2003 a 2010, aclaró que no asistirá a un debate presidencial previsto para este viernes porque se comprometió a participar en varios actos políticos en el estado de Minas Gerais entre el viernes y el sábado.
“Sé que habrá debates, pero no voy a tener más debates de los necesarios. Puedo celebrar uno o dos, pero quiero salir a la calle y hablar con esta gente”, dijo. Desde su comando, aseguraron que sí estará en el último debate, el próximo viernes 28.
En la primera vuelta de las presidenciales, realizada el 2 de octubre, el ex mandatario Lula da Silva (2003-2010) fue el candidato más votado, con el 48,4% de los sufragios, y el actual mandatario lo secundó con el 43,2%. Como ninguno de los candidatos obtuvo más de la mitad de los votos válidos, tendrán que disputar la segunda vuelta.
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