Horas después de que el presidente Lula da Silva responsabilizara a su predecesor Jair Bolsonaro por los ataques a los edificios de Gobierno en Brasilia, Bolsonaro rompió el silencio y aseguró que "las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy escapan a la regla". Aunque las igualó a "las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017".
Además, el expresidente sostuvo que a lo largo de su mandato "siempre" cumplió con la Constitución "respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad".
En el último tuit de su hilo repudió las "acusaciones" que realizó el jefe del Estado brasileño: "Repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva)".
Lula da Silva responsabilizó al expresidente Jair Bolsonaro y lo llamó "genocida". También acusó al agronegocio y a las mafias de la minería ilegal de financiar estos movimientos golpistas. "Él estimuló la invasión a los tres poderes siempre que pudo y eso es su responsabilidad", aseguró Lula sobre Bolsonaro.
El exjefe de Estado tuiteó desde Estados Unidos, adonde viajó unos días antes de la asunción de Lula da Silva solo para no participar de la ceremonia de traspaso de poder.
En la noche del domingo, el ministro de Justicia, Flávio Dino, confirmó que detuvieron a "200 terroristas" que participaron del ataque en Brasilia y 40 micros que trasladaron a los seguidores de Bolsonaro hasta el lugar.
Con el Palacio presidencial, el Supremo Tribunal Federal y el Congreso Nacional recuperados, se espera que la cifra de detenidos suba en las próximas horas. Los sospechosos quedan a la espera de una audiencia de custodia que decida sobre su detención definitiva, según la cadena de televisión brasileña O Globo.
La mayoría de las personas interceptadas están siendo arrestadas por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé entre 4 y 12 años de prisión por “tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo”.
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