El delantero uruguayo Luis Suárez desmintió anoche todas las versiones que lo daban como a punto de retirarse del fútbol por una artrosis en la rodilla derecha. Lo hizo de la mejor forma que puede hacerlo: dentro de la cancha, como titular y capitán de Gremio, festejando un gol y dando una asistencia para que su equipo le gane 3 a 1 como local a América Mineiro y alcance la tercera posición del Brasileirao.
Hace 48 horas, el presidente del conjunto de Porto Alegre, Alberto Guerra, dijo que la afección del goleador "es grave y quizá hasta necesita ponerse una prótesis en la rodilla derecha". También, varios medios de comunicación hablaron de la posibilidad del retiro del futbolista por este problema que le afectaría en su vida diaria.
Sin embargo, Luis Suárez, de 36 años, respondió a estos trascendidos. Entró al área en diagonal de derecha a izquierda y, tras recibir una hermosa asistencia del lateral Reinaldo, definió de primera de zurda con un tiro cruzado inatajable. Gol y salió festejar como el "Pistolero" sabe hacerlo.
Primero, se dio sus típicos tres besos en la mano, que simbolizan a la familia que forma con Sofía Balbi y sus tres hijos: Delfina, Benjamín y Lautaro. Después, hizo gestos de cara a la tribuna del Gremio. "Que hablen, que sigan hablando", expresaba el charrúa en su desafiante grito gol.
¿Se lo dedicó al presidente Alberto Guerra? Por lo visto, Lucho está lejos de verse retirado del fútbol. El delantero tocó ayer 63 pelotas, dio 27 pases correctos de los 39 que intentó y remató en seis oportunidades (dos al arco). Podrá tener dolor en su rodilla, pero su nivel desmienten la posibilidad de colgar los botines.
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