Barbie fue un éxito por la forma en que su directora Greta Gerwig comprendió y mostró los sentimientos de las mujeres en un mundo patriarcal. Solo que en Barbielandia, el lugar que ocupan las mujeres del mundo real está reservado para los Ken. Al menos hasta que a Ken se le ocurre la maravillosa idea de replicar el patriarcado, pero eso es un spoiler.
En el medio de las aventuras que tienen a Barbie, interpretada por Margot Robbie, como protagonista, Ken canta y baila una canción titulada I'm Just Ken (Solo soy Ken). Haciendo el paralelismo con las mujeres del mundo real, su letra se puede entender como un pedido para que no sea necesario ser una mujer excepcional para ser amada y aceptada. Ken canta preguntándose qué hace falta para que Barbie lo mire y lo ame.
Ryan Gosling le dio vida al muñeco que, hacia el final, entiende que no necesita de Barbie y que es suficiente existir por sí mismo y descubrir quién es sin centrar su vida en la protagonista (aunque no le pide perdón por sacarle su casa y llevar el patriarcado a Barbielandia). Ups, otro spoiler.
El actor tuvo que ensayar números musicales con canciones como la ya mencionada y Atlantic Records publicó uno de esos momentos en los que se puede ver a Ryan Gosling concentrado y en personaje junto a los otros actores que hacían de Kens.
Se puede ver a Ncuti Gatwa y Simu Liu dándole vida a sus respectivos Ken y siguiendo la coreografía ante las cámaras y la increíble escenografía dispuesta para la película. Sorpresivamente, I'm Just Ken es la canción que más reproducciones acumula en el canal oficial de Atlantic Records.
En una película que narra el proceso de crecimiento de las niñas y su abrupto paso al mundo adulto la canción más escuchada es la del hombre rechazado y con una crisis de identidad porque en el mundo real las mujeres son objetos a disposición y en Barbielandia no.
Otra lectura de las 6,7 millones de reproducciones del primer video de la canción puede ser la interpretación mencionada al inicio de esta nota. Lo maravilloso del arte y sus derivados, como el cine y la música, es la multiplicidad de sentidos que se pueden construir y los debates que habilita.
