Luego de que la tormenta Daniel azotara varios países como Grecia, Turquía, Bulgaria y Libia, este último fue el más perjudicado ya que desaparecieron más de 10 mil personas y murieron alrededor de 2 mil. La lluvia provocó el colapso de dos represas, con lo que el agua fluyó hacia áreas ya inundadas.
Tamer Ramadan, jefe de la delegación de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Libia, confirmó el número de muertos y desaparecidos. Por su parte, el ministro de Salud del gobierno, Othman Abduljalil, aseguró que hay 6 mil personas desaparecidas únicamente en la ciudad oriental de Derna.
Después del colapso de la presa, toda el agua se dirigió a un área cerca de Derna, que es una zona costera montañosa. Las casas ubicadas en la ciudad fueron arrasadas por fuertes corrientes de barro. Lamentablemente, las líneas telefónicas están caídas, por lo que complica los rescates.
“La situación era catastrófica. Los cuerpos siguen tirados en muchos lugares. Hay familias todavía atrapadas dentro de sus casas y hay víctimas bajo los escombros. Supongo que la gente terminó arrastrada hacia el mar. Probablemente vamos a seguir encontrando muchos de ellos”, señaló Abduljalil.
En ese sentido, la tormenta Daniel es el resultado de un sistema de baja presión muy fuerte que provocó inundaciones catastróficas en Grecia la semana pasada. Luego, se trasladó al Mediterráneo, antes de convertirse en un ciclón de tipo tropical. Como consecuencia de esto se destruyeron tres puentes. Incluso, el agua se llevó barrios enteros y los depositó en el mar.
“Libia no estaba preparada para una catástrofe como esa. Nunca antes había vivido ese nivel de catástrofe. Admitimos que hubo deficiencias a pesar de que esta es la primera vez que enfrentamos ese nivel de catástrofe”, concluyeron las autoridades.
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