El Ejército de Israel ordenó a "la evacuación de todos los civiles de la Ciudad de Gaza de sus casas hacia el sur por su propia seguridad y protección, y moverse al área al sur". Mientras continúan los bombardeos al enclave en respuesta a la ofensiva que el grupo islamista Hamas hizo hace seis días, la medida que desplazaría a un millón de personas fue condenada por la ONU.
Horas antes del anuncio de las fuerzas armadas, el primer ministro israelí Benjamin Betanyahu prometió destruir a Hamás. "Así como el Estado Islámico fue aplastado, Hamás será aplastado", afirmó el líder de Tel Aviv en una declaración que anticipó la ofensiva terrestre en Gaza contra el grupo islámico.
En este sentido, el Ejército de Israel llamó a "la evacuación de todos los civiles" de la ciudad de Gaza "por su propia seguridad y protección". En principio dio un plazo de 24 horas, aunque admitió que "llevaría tiempo". Desde Hamas repudiaron inmediatamente la orden: "Nuestro pueblo palestino rechaza la amenaza de los líderes de la ocupación y sus llamados a dejar sus casas y huir hacia el sur o Egipto".
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas, informada momentos antes de la orden israelí de "reubicación" de 1,1 millón de habitantes, urgió a anularla. "Una evacuación de este tipo es imposible sin provocar consecuencias devastadoras", advirtió Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
Desde el inicio de los enfrentamientos el 7 de octubre tras el ataque de Hamas, alrededor de 1.200 personas murieron en Israel, 258 de ellos soldados, según el Ejército. En tanto, los bombardeos israelíes contra Gaza causaron a su vez al menos 1.537 muertos, en buena parte civiles, indicaron las autoridades locales. Además, Hamas retiene a unos 150 rehenes en la Franja, de los que 13, "incluyendo extranjeros", murieron por los bombardeos israelíes, señaló esta mañana el brazo armado.
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