Egipto empezó este jueves a pavimentar y arreglar el camino del paso fronterizo de Rafah, que conecta la península del Sinaí con la Franja de Gaza. El objetivo es permitir el paso de 20 camiones de ayuda humanitaria para este viernes, aunque la ONU lo considera sumamente insuficiente. Según esta organización multilateral, antes de la guerra llegaban hasta 500 camiones al día con ayuda para la ciudad palestina, cargando combustible y otras necesidades.
Mientras tanto, Yoav Gallant, el ministro de Defensa de Israel, se reunió con un grupo de tropas cerca de la frontera entre Israel y Gaza y las arengó hablando de una probable invasión terrestre: "Ahora pueden ver Gaza desde fuera. Pronto, lo verán por dentro", dijo el funcionario. Se calcula que más de 3.700 personas murieron en los bombardeos de la Franja.
Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, pidió un "alto al fuego inmediato" en la zona para evitar más sufrimiento y asegurarse de que llegue la ayuda humanitaria a Gaza. Guterres, en una conferencia de prensa en Egipto, afirmó: "Necesitamos comida, agua, combustible y medicamentos ahora, lo necesitamos ya y lo necesitamos en grandes cantidades y de forma sostenible en el tiempo". Agregó: "Lo que se necesita no es una pequeña operación, sino un esfuerzo duradero. Los equipos de ayuda humanitaria deben poder introducir ayuda y deben poder distribuirla de forma segura".
Si todo sale como está previsto, este viernes se abrirá el paso fronterizo con Rafah, que conecta Egipto con el sur de Gaza para que pasen los primeros camiones con ayuda humanitaria. Esto se logró a partir de un acuerdo entre Estados Unidos y el gobierno egipcio. Guterres, además, le exigió a Hamas que libere de forma "incondicional e inmediata" a los rehenes israelíes y a Israel que colabore con la entrada de ayuda humanitaria.
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