Massa anunció que a fines de noviembre comenzará a investigarse la deuda que contrajo el Gobierno de Mauricio Macri con el FMI. La Auditoría General de la Nación (AGN), el Banco Central y el propio Fondo Monetario realizaron informes detallados sobre la naturaleza del préstamo Stand By que tomó Macri en 2018, que se utilizarán para la investigación.
Hoy, después del anuncio de Massa con la primicia de la investigación por parte del FMI, los diputados del Interbloque federal, Alejandro Rodríguez, y la diputada por Córdoba, Natalia de la Sota, presentaron un Proyecto de resolución para que la Oficina de Evaluación Independiente del FMI investigue si parte de los 44.500 millones de dólares contraídos como parte del acuerdo Stand By fueron para financiar fuga de capitales.
Los informes oficiales de la Auditoría General de la Nación y del Banco Central referidos a la formación de fuga de capitales muestran que el acuerdo con el FMI se había generado a través de reconocer un fondo buitre que hizo que durante la fase de ingreso de capitales, entre fines de 2015 y principios de 2018, "aproximadamente 8 de cada 10 dólares que ingresaron al país desde el exterior tenían su origen en colocaciones de deuda y capitales especulativos", indica el informe del Banco Central.
El gobierno de Mauricio Macri contrajo en 2018 un préstamo con el FMI por 57.000 millones de dólares, de los cuales se efectivizaron 45.000 millones de dólares, pero esta operación con el Fondo no fue sometida al análisis del Congreso de la Nación, como lo establece la Constitución Nacional en los artículos 75, inciso 22 y 76.
Según los informes, además de que la deuda haya estado mal listada y sin los protocolos habituales, el dato alarmante fue un pago al Fondo Monetario a través de una administradora externa privada que manejaba las cuentas de ganancias y de retiro del staff del organismo y que también había litigado contra la Argentina.
El informe del Banco Central alerta sobre que "en 2018, a partir del cierre de los mercados voluntarios de crédito, se inició una fuerte reversión en los flujos de capitales, ante lo cual las autoridades decidieron recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), que desembolsó un préstamo récord de 44.500 millones de dólares" y que la fuga de capitales llegó a 45.100 millones de dólares cuando comenzaron a salir.
A la hora del préstamo, la cifra fue exponencialmente mayor a lo que puede recibir un país como Servicio de Crédito Stand-by (SCF).
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