La empresa espacial de Elon Musk, SpaceX, hizo la segunda prueba del cohete Starship, la nave más grande del mundo en alcanzar el espacio. Starship tuvo un exitoso despegue, pero volvió a explotar como en su fallido test.
La prueba de la nave se llevó a cabo en Boca Chica, Texas, Estados Unidos. Sin embargo, a pocos minutos de despegar, tanto el propulsor como la nave principal del Starship explotaron a pocos minutos del lanzamiento.
El propulsor había logrado impulsar a la nave hacia el espacio, pero ocho minutos después del lanzamiento se perdieron comunicaciones con la nave y la empresa SpaceX informó que prueba había fallado.
El programa Starship es el megaproyecto de Elon Musk con el que busca crear un medio de transporte para "viajar a cualquier destino del sistema solar". El objetivo de SpaceX es establecer una colonia en marte y una base permanente en la Luna.
En función de semejante proyecto es que el Starship tiene un tamaño inmenso. Se espera que la nave pueda trasladar millones de toneladas de carga. Pero el proyecto recién está en una fase preliminar. El objetivo que en un principio se había propuesto Musk era que la máquina pudiera funcionar como módulo de aterrizaje lunar para trasladar astronautas en 2025.
Pero el programa Starship no parecería ser lo suficientemente rápido para estar a la altura de los planes que la empresa se había propuesto. El proyecto había lanzado una primera prueba en abril. En aquella ocasión, la explosión se propuso a tres minutos del despegue de la nave y fue decidida por SpaceX dado que el propulsor no había logrado separarse de la nave.
La segunda prueba que se realizó recientemente logró superar con éxito el problema de la primera. El propulsor logró separarse de la nave a causa de la implementación de un nuevo sistema de irrigación de agua. Así, se buscaba atenuar las hondas acústicas y limitar las vibraciones.
El problema se produjo cuando casi se había terminado el encendido de los motores para colocar la nave en una órbita alrededor del mundo. Minutos antes, explotó el propulsor y, tras ello, la nave principal. La empresa ya había advertido que el principal objetivo de la prueba era la separación del propulsor.
SpaceX había informado que un nuevo fallo ayudaría a reunir información para realizarle nuevos ajustes a la nave. El plan de vuelo es que la nave pueda realizar casi una vuelta completa a la tierra y aterrizar en el pacísfico, cerca de la costa de Hawaii.
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