Hoy empiezan las clases en los colegios secundarios de la Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno porteño, a través del ministerio de Seguridad, impuso un operativo especial en diferentes lugares estratégicos para que los estudiantes festejan de manera segura el Último Primer Día (UPD), una tradición que está impuesta hace ya algunos años.
El UPD empezó ayer a la noche y se desarrolló durante toda la madrugada de hoy, en la previa del primer día de clases de secundaria, antes de que cada alumno asista a su escuela. En los últimos tiempos, los colegios crearon protocolos específicos para el festejo, a los cuales el Gobierno de la ciudad se sumó con operativos de seguridad pública.
“El principal objetivo es que los chicos puedan celebrar su Último Primer Día de forma segura, y que además lo hagan respetando las normas de convivencia con los vecinos que comprensiblemente quieren descansar”, subrayó Waldo Wolff.
En esta línea, el ministro de Seguridad porteño agregó que con este despliegue especial en parques, plazas y espacios públicos dónde los jóvenes suelen juntarse, reforzaron también la presencia de las fuerzas públicas y control gubernamental en distintas arterias de circulación para garantizar las normas de aforo y seguridad.
En este contexto, tomaron la determinación de ejecutar un operativo articulado por distintas fuerzas públicas que integran el Sistema Integral de Seguridad Pública de la Ciudad. De esta manera, los sitios en los que hubo controles más estrictos esta madrugada fueron en parques y plazas, donde trabajaron 250 agentes. No solo esto, sino que también en determinados puntos estratégicos de los barrios donde los estudiantes se reúnen normalmente para festejar, tomando alcohol, prendiendo bengalas y escuchando música.
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