"Son momentos muy graves, muy dramáticos", expresó Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), consultado sobre el estado de la educación pública en el contexto del ajuste y desfinanciamiento emprendidos por el Gobierno. Según el docente, con el presupuesto actual la casa de estudios puede funcionar apenas "dos o tres meses más".
Cuando, dada la emergencia presupuestaria que atraviesan la UBA y las universidades públicas en general, Eduardo Feinman le preguntó "cuánto pueden aguantar", Ricardo Gelpi contestó: "En principio, los cálculos que hacemos nos dan unos dos o tres meses más. Hasta mayo o junio podemos funcionar con muchos recaudos, cuidando el dinero y limitando muchas cosas".
Sin embargo, Gelpi insistió en tender puentes hacia la Secretaría de Educación, a cargo de Carlos Torrendell. "Estamos en contacto y con una muy buena relación con las autoridades educativas de Nación. Ellos reconocen que todo esto para la UBA es un tremendo problema, reconocen el rol de la UBA en Argentina y nos hablan de que esto se va a mejorar y recomponer. Por ahora, eso no se traduce en hechos concretos", expresó por Radio Mitre.
Entre otras cosas, el rector destacó el rol que cumple la Universidad en la sociedad. "Es mucho más que un lugar de educación o de formación de un profesional, tiene un rol social tremendamente importante, que es lo que todos valoramos. Estos recortes muy grandes afectan todo eso", indicó y resaltó, en esa línea, el papel de la casa de estudios en "la parte científica y la investigación".
"Quiero pensar que acá no hay ninguna mano negra, que lo que hay es un desconocimiento del rol de la UBA y de su potencial, por eso pasan estas cosas", estimó a continuación.
Los reclamos de las universidades públicas vienen desde el comienzo del gobierno de Milei, dado que el presupuesto otorgado al sector no se había actualizado para este 2024 y debían seguir funcionando con los fondos del 2023 pero con el peso de una inflación interanual superior al 250%. Dos semanas atrás, Capital Humano confirmó un aumento del 70% en las partidas, lo cual sigue siendo, por lejos, insuficiente.
Hace un mes, varias universidades nacionales elevaron un reclamo similar al de Gelpi. “Nuestros laboratorios pueden dejar de funcionar, nuestras aulas pueden quedar vacías, si el universitario no se actualiza de acuerdo a los niveles de inflación vigentes y si los salarios quedan casi congelados”, habían alertado desde la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
En términos similares, el rector de la Universidad Nacional de Quilmes, Alfredo Alfonso, lamentó que ya ni siquiera reclaman fondos para "el desarrollo del conocimiento" sino que directamente están "pidiendo lo necesario para sobrevivir".
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