Si naciste entre los 80 y principios de los 2000, seguramente jugaste o tuviste una consola Nintendo. Y ahora, tantos años después de su lanzamiento, descubren que un simple pedazo de plástico evitaba que los juegos fallaran. ¿De qué se trata?
La compañía japonesa Nintendo fue una de las encargadas de revolucionar la industria del entretenimiento en general y del gaming en particular. Desde el lanzamiento de la Nintendo Entertainment System (NES, por sus siglas en inglés) en 1983 hasta la actualidad, esta empresa se caracterizó por sus grandes juegos y controles icónicos.
Pero hace muy poco, un grupo de gamers descubrió un detalle que vuelve únicos a los controles de Nintendo: un pedazo de plástico que evita bugs en los juegos. ¿Cuál es y en qué juegos es beneficioso que no lo tenga?
Lo que no sabías del control de Nintendo
El secreto para que los juegos de Nintendo no experimenten bugs está en un simple pedazo de plástico ubicado detrás de las flechas de dirección. Este pequeño detalle, que no puede percibirse salvo que se abra el dispositivo, impide que se presione de forma simultánea dos flechas distintas, lo que lleva a que diversos juegos se bugeen.
Sin embargo, los bugs pueden ser una ventaja en algunos juegos, por lo que se puede intentar cortar el plástico que impide que sucedan. Uno de estos ejemplos es el Zelda 2, ya que apretar simultáneamente las flechas de ambos lados permite cruzar puertas sin necesitar llaves extra. Otro ejemplo de esto es Super Mario World, en el que las flechas apretadas de forma simultánea permite que vaya a máxima velocidad.
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