En el corazón del barrio de La Paternal, un lugar secreto se ha convertido en una de las joyas gastronómicas de Buenos Aires y un lugar único para comer un rico asado.
¿De qué estamos hablando? De El Patio de Mabel, un restaurante a puertas cerradas que ofrece una experiencia única para los amantes del asado. Este espacio no es solo un lugar donde comer, sino una oportunidad de sumergirse en un ambiente hogareño lleno de historia y tradición, liderado por Luciano Pacello, quien decidió rendir homenaje a su madre, Mabel, a través de su cocina.
Fundado en 2018, El Patio de Mabel ha logrado conquistar a los comensales con su menú sencillo pero delicioso, que destaca el asado tradicional argentino, preparado con horas de cocción a la leña.

El ambiente cálido y familiar, la atención personalizada y, por supuesto, el aroma del asado que llena el patio, hacen que la experiencia sea única. Además, la parrillada se ofrece en un formato de menú de cuatro pasos con bebida y postre incluido, lo que le da un toque completo a la velada.
¿Cuánto cuesta comer en El Patio de Mabel?
El precio actual del menú en El Patio de Mabel es de $29.000 por persona, lo que puede parecer elevado, pero el valor está en la experiencia integral que se ofrece. Desde la recepción con una contraseña secreta, hasta el momento en que el comensal se despide, todo está pensado para disfrutar de una velada sin apuros.
Luciano Pacello, el dueño, explica que prefieren mantener los precios accesibles, aunque los costos de la carne aumentaron considerablemente. "Tratamos siempre de mantener un precio accesible. Ahora la carne aumentó un 60% y decidimos no trasladarlo al precio; prefiero resignar ganancia, pero que la gente pueda seguir viniendo", afirma. Esto refleja su compromiso con ofrecer una experiencia auténtica, sin sacrificar la calidad.

¿Por qué vale la pena pagar $29.000 por un asado en El Patio de Mabel?
La experiencia de comer en El Patio de Mabel no se limita solo a disfrutar de un buen asado. El ambiente íntimo, la atención personalizada y el tiempo que se dedica a cada plato convierten a esta parrilla a puertas cerradas en una propuesta más que gastronómica. Además, se vive la sensación de estar en casa, como en esos típicos asados de familia en el campo, donde lo más importante es compartir, disfrutar y relajarse.
En un contexto económico complicado, donde muchos optan por ahorrar al salir a comer, El Patio de Mabel ofrece una alternativa diferente: la de una comida memorable y una experiencia que va más allá del simple hecho de comer. Como menciona Luciano, "no se trata solo de asado, sino de crear momentos que la gente quiera recordar".
Si estás buscando una propuesta original para disfrutar de un asado único, con la calidez de un hogar y el toque especial de un menú pensado para seducir todos los sentidos, El Patio de Mabel es el lugar ideal. Eso sí, ¡no olvides hacer la reserva con anticipación! La demanda es tan alta que los lugares se agotan rápidamente.