Desde este lunes, la Corte Suprema de Justicia comienza una nueva etapa al quedar integrada por solo tres jueces: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Esto ocurre tras la salida oficial de Juan Carlos Maqueda, quien cumplió 75 años y dejó el tribunal después de 22 años como uno de sus miembros más destacados.
La salida de Maqueda quedó formalizada con la publicación del Decreto 1128/2024, marcando el fin de su paso por el cuarto piso del Palacio de Tribunales. Con su partida, la Corte queda a la espera de nuevos nombramientos para cubrir las vacantes, y el Gobierno de Javier Milei ya mueve sus fichas.
El Ejecutivo impulsa a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como candidatos, pero el Senado aún no alcanzó un consenso para aprobar los pliegos. En este contexto, Milei no descartó avanzar con los nombramientos por decreto: "Si el Senado no resuelve, lo tendré que resolver yo", subrayó el mandatario.

Antes de la salida de Maqueda, los ministros Rosatti y Rosenkrantz firmaron un documento que define cómo funcionará la Corte en caso de no alcanzar mayorías para resolver causas. Según el documento, si no hay consenso de tres votos, se sortearán conjueces para garantizar la resolución de los expedientes y evitar bloqueos judiciales.
Lorenzetti, sin embargo, criticó duramente esta medida. Según él, la designación como regla general afecta la seguridad jurídica y podría generar nulidades procesales. En su disidencia, sostuvo que no era necesario regular este tema ahora, cuando está en juego la incorporación de nuevos integrantes al tribunal.

Con la Corte reducida a tres jueces, luego de la salida de Maqueda, el Gobierno tiene por delante la difícil tarea de asegurar los consensos necesarios en el Senado para cubrir las vacantes. Desde la Casa Rosada deslizan que, aunque preferirían avanzar por la vía parlamentaria, no descartan utilizar decretos si las negociaciones se estancan.