Este lunes, Javier Milei retomará su agenda presidencial después de su viaje por Estados Unidos, donde se reunió con Donald Trump y la titular del FMI, Kristalina Georgieva. En ese sentido, el jefe de Estado tendrá que definir si nombrará por decreto a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para que integren la Corte Suprema de Justicia.
Al respecto, cabe destacar que el plazo para las designaciones por DNU vence el 28 de febrero, es decir un día antes de la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso. El ejecutivo definió detalles mientras el presidente se encontraba en el exterior, por lo que se espera que en las próximas horas se determine cuáles sin los pasos a seguir.
Desde el Gobierno ya prepararon los borradores de los decretos del juez federal y del académico. De estos dos candidatos, solo Lijo consiguió las firmas necesarias para avanzar en el recinto del Senado, por lo que el oficialismo baraja la idea de nombrar a García-Mansilla a través de un DNU.
Milei tiene pocos días para definir su estrategia, ya que solamente se puede usar el DNU como herramienta para nombrar a jueces cuando el Congreso no está en funciones. Esto significa que, a partir del 1 de marzo, esta posibilidad no podrá llevarse a cabo.

Según el inciso 19 del artículo 99 de la Constitución Nacional, "el presidente tiene la atribución de llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura".
En caso de que Milei nombre al juez por DNU, su designación solo será por un año parlamentario, alrededor de nueves meses hasta finales de noviembre. Además de asumir, deberá renunciar a su cargo de juez federal y depender cada año de los votos de los senadores para mantener su cargo. Si llegara a quedarse sin su cargo como ministro de la Corte, también dejaría de ser juez federal.