Después que se conociera la noticia de la muerte del papa Francisco a sus 88 años, la Casa Rosada decretó siete días de duelo nacional. En este sentido, el anuncio fue hecho por el vocero presidencial, Manuel Adorni, y vino acompañado por un mensaje del propio presidente Javier Milei, quien lo despidió “con profundo dolor”.
A pesar de las críticas del mandatario al pontífice a lo largo de los años, Milei dejó de lado las diferencias y se mostró conmovido. "Falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz. A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí", escribió en sus redes. No solo esto, sino que agregó que como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de fe, “despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia”.
La relación del papa Francisco con Milei
La historia entre Milei y Francisco tuvo sus chispazos. El libertario llegó a acusar al Papa de ser “el representante del maligno en la Tierra”. Pero con el tiempo, el tono bajó. En una entrevista reconoció que se había equivocado: "Por más que tengas una visión distinta, eso no ameritaba que yo diga los calificativos que utilicé", aseveró.
El 14 de febrero del año pasado, apenas dos meses después de asumir la presidencia, Milei se reunió con Francisco en el Vaticano, en donde tuvieron una charla privada de 70 minutos, lo que marcó un punto de inflexión.

El comunicado oficial y el homenaje del Estado al papa Francisco
Minutos después de confirmarse el fallecimiento, la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA) publicó un comunicado oficial en el que expresó su pesar y envió condolencias a la familia Bergoglio. “El Presidente de la Nación acompaña en este triste momento a todos aquellos que profesan la fe católica y que encontraron en el Sumo Pontífice un líder espiritual”, señalaron.
El texto también recordó el legado del Papa, su lucha “incansable para proteger la vida desde la concepción”; su apuesta por el diálogo entre religiones, y su cercanía con los jóvenes. Destacaron además su decisión de imprimirle austeridad al Vaticano, con gestos concretos que marcaron un estilo muy personal dentro de la Santa Sede.

El comunicado cerró con una despedida en latín: “Requiem aeternam dona ei Domine. Et lux perpetua luceat ei. Requiescat in pace”, que significa: “Concédele, oh Señor, el descanso eterno. Y que la luz perpetua le brille. Que descanse en paz”.