Trump avanza en sus políticas antimigratorias: el Gobierno de Estados Unidos anunció que tiene planeado pagar 1.000 dólares a los migrantes sin documentos que lleguen a su territorio para que se vayan.
La medida llega mientras el Gobierno trata de llevar a cabo deportaciones masivas pero no lo logra. En este contexto es que idearon esta "recompensa" para que los inmigrantes "se autodeporten". Desde el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por las siglas en inglés) se encargaron de comunicar la medida.
El Gobierno estadounidense informó que el dinero se les hará llegar a los migrantes cuando se pueda confirmar que arribaron en su país de origen, pero no especificaron de qué forma. Quienes estén dispuestas a "autodeportarse", informan, deberán hacerlo a través de una aplicación que lanzó la Administración de Aduanas, la CBP Home.

La nueva estrategia de Trump para frenar la inmigración
De esta manera, la administración de Trump probará una política migratoria "voluntaria", una alternativa a la manera violenta en la que venía abordando el tema hasta ahora: mientras se difunden registros que muestran la brutalidad policial contra los migrantes ilegales, -trato que tiene el objetivo de infundir miedo en la población- Trump lanza esta autodeportación y prueba cambiar de estrategia.
Desde el Gobierno buscan que la medida aliviane la cantidad de arrestos que se producen en el país por inmigración ilegal y representará un ahorro del 70% en los costos de deportación, anunció la DHS. Lo cierto es que la medida viene a paliar la falta de dinero fiscal disponible para la corrida antimigratoria de Trump.
