El lanzamiento de la serie El Eternauta fue un éxito total, y no sólo en Argentina: la producción de Netflix llegó a alcanzar el puesto número 2 de las series con mayores visualizaciones diarias en la plataforma, todo un récord para una producción local.
El rotundo éxito del El Eternauta no se debe solamente a su elocuente guion y buenas actuaciones, o al previo éxito del cómic original escrito por Héctor Germán Oesterheld e ilustrado por Francisco Solano López; sino también al enorme trabajo técnico para la producción de efectos visuales de primer nivel.
En ese sentido, destaca la producción de los emblemáticos "cascarudos", las criaturas que siembran terror en el cómic original de El Eternauta y que fueron readaptados para la miniserie de Netflix. Pero lo más curioso de "los bichos", como también los llaman en la serie, es que nunca estuvieron físicamente en la filmación, fueron un trabajo de postproducción. Equipos especializados generaron cada una de las monstruosas criaturas de manera digital, imitando el comportamiento y la apariencia propuestas en el guion.
A pesar de ello, lo cierto es que durante las escenas en que aparecen los cascarudos, los actores no hicieron sus interpretaciones en el vacío. Para garantizar reacciones creíbles y coherentes incorporaron un importante recurso: los stunts. Se trata de especialistas físicos que imitan los movimientos de los enormes insectos al desplazarse en cuatro patas.
Los stunts estaban vestidos con trajes azul croma, utilizados específicamente para poder ser luego fácilmente eliminados en la postproducción. La actuación de estos performers le permitió a los actores poder reaccionar mejor a la presencia de los bichos, dando interpretaciones más realistas.
Ya en la postproducción, los stunts fueron eliminados y reemplazados por las criaturas generadas por computadora que replicaban movimientos, proporciones y detalles acordes a las necesidades narrativas.
