La miniserie mexicana Serpientes y escaleras desembarcó en Netflix hace apenas unos días y ya se metió entre los cinco contenidos más vistos en Argentina. Con solo ocho episodios, esta nueva producción del reconocido Manolo Caro —el mismo detrás del éxito La casa de las flores— viene generando conversación por su mezcla de comedia negra, drama y un retrato filoso de la política y la educación.
Protagonizada por Cecilia Suárez, ícono del universo Caro, esta miniserie gira en torno a una docente con aspiraciones de poder que se ve envuelta en una guerra de intereses tras un conflicto escolar. Con un tono ácido y un reparto de nombres reconocidos, Serpientes y escaleras apunta alto en la grilla del streaming y, pese a las críticas mixtas, ya se convirtió en un fenómeno entre los usuarios argentinos.
La producción combina diálogos afilados, una estética cuidada y un trasfondo político cargado de ironía, lo que la vuelve ideal para maratonear en estos días otoñales. Si bien algunos medios fueron duros con la propuesta, otros destacaron el riesgo narrativo y la construcción de personajes que oscilan entre lo grotesco y lo entrañable.

Una trama de poder, ambición y doble moral
La miniserie nos presenta a Dora López, una maestra ambiciosa que quiere convertirse en directora de una prestigiosa escuela de Jalisco. Su plan se complica cuando una pelea entre alumnos desata un escándalo que involucra a dos poderosas familias del estado. A partir de ahí, Dora —interpretada por una Cecilia Suárez impecable— deberá manipular la situación a su favor, incluso si eso implica dejar de lado sus principios éticos.
Con una narrativa que recuerda por momentos al universo de Matilda, pero en versión adulta, la historia se desenvuelve en clave de sátira, exponiendo la corrupción, el arribismo y las contradicciones del sistema educativo y político mexicano. La miniserie no escatima en giros ni en momentos visualmente provocadores, como los extraños bailes en los créditos iniciales que ya despertaron memes en redes sociales.

Elenco de lujo para una comedia negra
Además de Suárez, el elenco cuenta con Juan Pablo Medina, Margarita Gralia, Gerardo Trejoluna, Martiño Rivas, Berenice Mastretta, Marimar Vega, Loreto Peralta y Germán Bracco. Todos ellos se lucen en papeles que rozan la caricatura pero que logran construir un universo verosímil y atrapante. Como en otras obras de Manolo Caro, la miniserie juega con los límites entre lo ridículo y lo real.
Críticas divididas, pero mucho interés
Si bien la recepción de la crítica fue variada, la audiencia respondió con entusiasmo. Según el portal Indie Hoy, Serpientes y escaleras no alcanzó el nivel de La casa de las flores, pero medios como Leisure Byte y Decider valoraron su humor filoso y su representación de una realidad en decadencia. Desde DMT, por ejemplo, la definieron como "una comedia de errores que se siente como si Matilda hubiera sido hecha para adultos".
Claro que no todas las devoluciones fueron positivas. Midgard Times fue especialmente crítico al señalar que lo más interesante sucede antes de que comience la serie en sí. Aun así, el público argentino parece no darle demasiada importancia: la miniserie se sostiene con fuerza en el Top 5 de Netflix y promete seguir dando que hablar.

En definitiva, Serpientes y escaleras es una miniserie que apuesta al humor negro, al drama social y a la crítica mordaz en un formato ágil y visualmente atractivo. Una propuesta perfecta para quienes buscan algo distinto, provocador y con sello latinoamericano.