La ciudadanía italiana vuelve a ocupar el centro del debate jurídico y político en Roma. El pasado martes 24 de junio, el Tribunal Constitucional de Italia celebró una audiencia pública que podría representar un punto de inflexión histórico para quienes buscan acceder a la ciudadanía italiana por descendencia. El caso, impulsado por un juez del Tribunal de Bolonia, apunta directamente contra el nuevo marco legal que limita el derecho al reconocimiento para las generaciones más alejadas del antepasado italiano.
Este movimiento judicial se da tras la entrada en vigencia del Decreto Tajani, una medida que restringe drásticamente el acceso a la ciudadanía italiana, exigiendo lazos de consanguinidad más directos y descartando los pedidos que se basan únicamente en el ius sanguinis (derecho de sangre) sin vínculo territorial o cultural con Italia. La audiencia generó gran expectativa y atrajo a abogados, estudiantes, descendientes y medios de todo el mundo, especialmente de América Latina.
Para muchas familias argentinas, esta instancia judicial ofrece una nueva esperanza de reconocimiento tras meses de incertidumbre. Si bien el fallo no suspende automáticamente los procesos en curso, sí podría tener efectos retroactivos o abrir la puerta a futuras reformas legislativas. La decisión final se espera entre julio y septiembre de este año.
¿Qué está en juego en esta audiencia?
El Tribunal Constitucional evalúa si el artículo 1 de la Ley N.º 91/1992 —que hasta ahora permitía acceder a la ciudadanía italiana sin límite generacional— sigue siendo compatible con la Constitución de la República Italiana. Según reportó el portal Italianismo, la audiencia fue convocada a raíz de un “incidente de constitucionalidad” planteado por un juez en Bolonia, en el marco de un juicio por ciudadanía de descendientes sin vínculos directos con Italia.
Otros tribunales, como los de Roma, Milán y Florencia, también suspendieron causas similares, a la espera del pronunciamiento de la Corte. De fallar a favor de los demandantes, esta sentencia podría restaurar el principio del ius sanguinis sin restricciones, dando nuevo impulso a los trámites de ciudadanía italiana en el extranjero.
Una defensa histórica con acento argentino
Durante la audiencia, la abogada ítalo-argentina Mónica Lis Restanio realizó una encendida defensa de la ciudadanía italiana para los descendientes nacidos fuera del país europeo. En su intervención, Restanio subrayó que se trata de “una cuestión existencial, histórica y transgeneracional”, y criticó el intento de limitar un derecho que “no debe tratarse como una concesión discrecional, sino como un vínculo legítimo transmitido por generaciones”.
Denunció además que el divorcio entre los solicitantes y sus antepasados no es una muestra de desinterés, sino el resultado de décadas de trabas burocráticas impuestas por la administración italiana. También advirtió sobre una “barrera económica” a la justicia, ya que los costos para acceder a la ciudadanía se volvieron cada vez más altos, a pesar de que las leyes vigentes hasta marzo de este año eran, según ella, “perfectas”.
Otra ofensiva judicial contra el Decreto Tajani
El 25 de junio, apenas un día después de la audiencia en Roma, el Tribunal de Turín aceptó analizar una nueva demanda que también cuestiona la constitucionalidad de la actual legislación sobre ciudadanía italiana. La presentación fue realizada por las asociaciones AGIS (Giusti Iure Sanguinis) y AUCI (Avvocati Uniti per la Cittadinanza Italiana), que plantearon la inconstitucionalidad de los cambios introducidos por la Ley 74, sucesora del Decreto-Ley 36.
Con esta decisión, el procedimiento original queda suspendido, y se espera que otros casos similares sean congelados hasta que el Tribunal Constitucional defina la validez del nuevo marco legal. El resultado podría impactar directamente en miles de argentinos que iniciaron o planean iniciar su trámite de ciudadanía italiana tras el 27 de marzo de 2025.
¿Qué se puede esperar ahora?
Aunque el fallo no implicará una suspensión automática de todos los expedientes, los jueces de distintos distritos ya optaron por frenar sus procesos en espera de lo que decida la Corte Constitucional. El pronunciamiento podría redefinir los requisitos para obtener la ciudadanía italiana por descendencia y servir como base para eventuales reformas de fondo en la legislación migratoria del país.
Por ahora, las miradas están puestas en Roma. La ciudadanía italiana sigue siendo un tema sensible, tanto desde lo jurídico como desde lo simbólico, y esta audiencia podría marcar un antes y un después para miles de familias argentinas que ven en ese derecho una forma de recuperar la historia y el legado de sus antepasados.
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