La suba de retenciones es un gran problema para los productores, sobre todo si se da en un contexto negativo para los precios internacionales de los granos, que hace más de una semana que no paran de caer.
El impasse en el conflicto entre Irán e Israel, sumado a una buena oferta mundial de soja y maíz, se convirtieron en los dos factores que golpean a los commodities agrícolas, presentando un escenario aún más complejo para los productores argentinos, que ven como su rentabilidad se ve directamente afectada.
Para dar un ejemplo concreto, la soja pasó de valer en el mercado de Chicago US$ 389,02 la tonelada el pasado lunes a cerrar en US$ 376,35 en la jornada de hoy. Esto implica una caída en su precio de US$ 12,67, equivalente a -3,26%.

Para el profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, los granos hoy se encuentran "bajo una fuerte presión bajista, con varios factores que confluyen para debilitar las cotizaciones".
“La prima bélica ya fue absorbida por el mercado, y el retroceso del petróleo actúa como un lastre adicional para los precios”, indicó Romano.
Según puntualizó, desde principios de junio, el petróleo había subido 30% impulsado por las tensiones en Medio Oriente, pero tras el bombardeo de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán y un llamado a tregua, los precios cayeron 20% y ahora parecen estabilizarse.
“El riesgo geopolítico sigue latente, sobre todo por el paso del petróleo por el estrecho de Ormuz, pero históricamente las interrupciones han sido breves”, detalló Romano.
A esto, se suman factores bajistas desde el lado de la oferta, ya que “Brasil y Argentina están compitiendo agresivamente en la exportación de poroto de soja, y el buen clima en Norteamérica promete una producción abundante de maíz y soja, justo cuando comienza la etapa de floración”.
Suba de retenciones: la "estocada" final
En el plano local, el foco está puesto en la soja, cuya dinámica de comercialización estuvo marcada por la expectativa del aumento de retenciones a partir de hoy, cuestión que el mercado absorberá mañana.

“Esta fecha funcionó como un incentivo similar al de los programas 'dólar soja': los productores apuraron ventas y llevaron el volumen comercializado a niveles por encima del promedio para esta altura del año. Después del 30, es probable que las ventas se frenen en seco”, analiza Romano.
Según el experto, este freno podría generar un rebote de precios tras una baja inicial de hasta US$ 25 por tonelada.