50 mil pesos. Ese es el costo promedio para un servicio fúnebre en el país. Casi el doble de un sueldo promedio, que está en 28.497 pesos, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC).
Es decir, una persona necesitaría ahorrar más que todo su salario para poder afrontar los gastos que presupone la muerte de un ser querido. Sí, además de todo el dolor que representa perder a alguien cercano, uno tiene que pensar en todo lo que envuelve este “negocio”.
En el caso de las personas de tercera edad, sus familiares pueden llegar a amortizar los costos a través de los beneficios que otorga la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
Uno de ellos es el “Subsidio de contención familiar”, un reintegro por gastos de sepelio, que se cobra luego del fallecimiento de un pensionado o adulto mayor afiliado al organismo.
En qué consiste y a quién le corresponde el subsidio
Hasta el 8 de agosto de 2020, el monto entregado era de $6.000. Luego de esa fecha, pasó a ser de $15.000. El dinero se le entrega a la persona que acredite haber pagado los gastos de sepelio o cremación. También a viudos, viudas, convivientes, hijos e hijas con derecho a la pensión por fallecimiento.
Los requisitos son: la acreditación de la titularidad de cualquiera de los beneficios previsionales descriptos o tenerlo en trámite con derecho otorgado y que no haya transcurrido un año del deceso.
También existe un item llamado “haber devengado” , que es la liquidación de los haberes y el proporcional de aguinaldo pendientes hasta un día antes del fallecimiento del beneficiario.
Los números de las cocherías
Diario con Vos consultó en distintas cocherías los valores de un servicio fúnebre estándar. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por ejemplo, realizar un sepelio a través de la empresa Sepelios del Pilar, en Palermo, cuesta 46 mil pesos. Esta cifra incluye el retiro del cuerpo del hospital, el servicio de traslado al cementerio, la cremación o entierro y féretro.
Este último ítem es el más volátil de todos. El "cajón", como se lo conoce vulgarmente, puede valer desde 15 mil hasta 80 mil pesos. Otra cosa a tener en cuenta es el peso de la persona fallecida. Si supera los 100 kilos se cobra un recargo a la familia. Del mismo si su tamaño supero el metro noventa.
Hoy en día, y a raíz de la pandemia del coronavirus, las "despedidas" –momento en que los familiares del occiso dan el último adiós– son más cortas y con capacidad reducida. Entre 10 y 12 personas pueden ingresar a la misma y solo durante dos horas. Sin embargo, todos los lugares relevados manejan distintos protocolos. El tope máximo varia y puede ser rotativo, pero solamente pueden ir familiares directos de la persona fallecida.
Por otra parte, la cochería Sepelios Balvanera cobra por los mismos servicios 42 mil pesos. La lógica es la misma: retirar el cuerpo del centro médico donde se produjo el deceso, preparar el servicio, ubicar al finado en el cajón y enterrar, cremarlo (con la urna incluida) o ubicarlo en un nicho.
En la Zona Oeste y Sur del Gran Buenos Aires, el promedio de costos desciende levemente. La media pasa a ser de $40.000 en los servicios ya mencionados. Enterrar el féretro tiene el costo más bajo (aproximadamente $29.500), pero la manutención del "lugar" representa un "gasto" a largo plazo.
La manutención de la tierra, lógicamente, varía también según el cementerio. Pese a esto, en casi todos el pago inicial es por 5 años por un promedio de $8.500. Luego, eso debe renovarse año a año.
El lugar más caro para morir
En la Zona Norte del Gran Buenos Aires pueden encontrarse los valores más elevados para morir. Los sepelios en San Isidro, Vicente López, San Fernando y Tigre son los más caros del distrito.
El promedio es de 80 mil pesos en los servicios denominados de "3 estrellas". A su vez, los de "5 estrellas" pueden llegar a valer entre $135.000 y $150.000. La diferencia entre uno y otro pasa por el tipo de sala para el velatorio, el servicio de catering y el traslado de los familiares al cementerio.
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