En una llamada con Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, Vladimir Putin explicitó cuáles son sus demandas para terminar con la guerra en Ucrania y retirar a su ejército del país vecino. Según informó la BBC, el presidente ruso busca que el gobierno de Volodimir Zelensky acepte dos tipos de acuerdos. Por un lado, están los que afectan la política internacional y la inversión militar ucraniana. Por el otro, y esta parte es la que realmente complica las negociaciones, Putin tiene una serie de exigencias territoriales significativas.
Entre los primeros reclamos, Putin pide que Ucrania acepte adoptar un rol neutral, y no pedir el ingreso a la OTAN. Zelensky ya aceptó este primer pedido. Además, Ucrania debería atravesar un proceso de desarme, con el objetivo de asegurar que este país no representa una amenaza para Rusa en el futuro.
Putin tiene una serie de exigencias territoriales significativas.
Además, el gobierno ruso exige protección para los ucranianos que hablan ruso, y un "desnazificación" de Ucrania. Este último reclamo resulta especialmente ofensivo para el Zelensky, quien proviene de una familia judía, y tiene familiares que fallecieron en el holocausto. Sin embargo, según explicaron desde Turquía, es probable que el presidente ucraniano pueda aceptar esto, medida que involucraría condenar el neonazismo y combatir a los grupos que sostienen esta ideología en Ucrania.
Sin embargo, es la segunda categoría de pedidos la que puede extender el conflicto aún más. Putin busca que el gobierno ucraniano acepte que Crimea, el trozo de país que se llevó en el 2014, es parte de la nación rusa, e incluso expandir sus territorios más hacia occidente. Si bien los detalles sobre estas exigencias no son tan claros, es probable que Putin se refiera a que la región del Donbas quede en manos rusas. Esta nueva perdida de territorio es mucho más difícil de aceptar para los ucranianos.
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