Del germen, con tres megalómanos encerrados en un cuarto, a la contradicción definitiva con el logo de los martillos. The Wall sigue siendo un símbolo, aunque no está muy claro de qué.
Del germen, con tres megalómanos encerrados en un cuarto, a la contradicción definitiva con el logo de los martillos. The Wall sigue siendo un símbolo, aunque no está muy claro de qué.
Desde mi perturbada y equívoca percepción, siento que el horror es una grieta en la realidad, una fisura por donde se filtran nuestros peores temores, lo inexplicable, lo incontrolable.