En un contexto donde muchos argentinos consideran vacacionar en el exterior, Puerto Madryn se presenta como una opción incomparable que combina accesibilidad, naturaleza y un entorno virgen que compite con los mejores destinos del mundo.
La anomia actual es la forma de época; la ausencia de una síntesis superadora podría profundizar la crisis hacia una etapa aún más regresiva y autoritaria. Por ello, la única vía posible es la construcción de una convergencia democrática.