¿Cómo Lía Crucet se convirtió en un ícono de la comunidad LGBT ? Lucía Aisicoff, especialista en Música tropical, lo explicó en su columna de Mejor País del Mundo en Radio con Vos. En un nuevo capítulo de Tropipedia: la primer enciclopedia de la Movida tropical, la periodista habló de las dos indiscutidas reinas de la bailanta: Lia Crucet y Gilda, muy diferentes pero igual de queridas.
Aiscoff contó que Lía primero fue vedette en los 80 y que en esa época recibió el apodo de "tetamanti" propio de una época en la que no se cuestionaban este tipo de formas de llamar a una mujer. Enseguida Crucet se dedicó a la música tropical y se convirtió en un ícono por su voluptuosidad y cabellera rubia que coincidía con la imagen de moda en la bailanta.
En ese contexto, explicó Lucía, apareció Gilda que cambió el standard hegemónico de rubias voluptuosas protagonista en la escena. La cantante rompió con esa estética en la cumbia y comenzó a suceder que muchas mujeres del público se identificaron con ella. Los fans la empezaron a describir como un ángel y luego de su muerte la convirtieron en "santa".
Pero ¿ qué tenían en común Gilda y Lía Crucet? La periodista indicó que era la conexión con sus fans. Mientras que Gilda aconsejaba al público durante sus conciertos y daba mensajes positivos, Lia Crucet hacía lo suyo con sus seguidores. En la columna destacaron cómo se convirtió en una figura súper querida por la comunidad LGTB y pasaron el momento en ella se refirió al tema: "el amor de los gays es increíble. Nació de repente"
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