The Economist -uno de los medios especializados en economía más importantes del mundo- disparó en su último número contra la permanencia en el cargo de la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. ¿El motivo? Se conoció que su nombre se mencionó en una investigación interna del Banco Mundial. Ahora, es acusada de haber adulterado cifras en favor de China y otros países, en el marco de conocido informe de inversiones, Doing Business.
"¿Por qué la líder del FMI debería renunciar?", el editorial publicado en la sección Líderes de la última edición impresa, consideró que ese episodio, que tuvo lugar cuando Georgieva era responsable de la publicación de ese informe en el Banco Mundial en 2017, "no encaja fácilmente con su papel actual en el FMI".
Luego de considerar que "el escandalo socavó la credibilidad" de la economista búlgara, la prestigiosa publicación económica destacó que el hecho puede incluso impactar en la reputación del propio organismo multilateral.
Para la Argentina, esta noticia llega en un momento delicado de las negociaciones de un nuevo programa con el organismo para reprogramar los pagos de 2022 y 2023. Además, el tiempo para llegar a un acuerdo se va agotando. En reiteradas oportunidades Georgieva manifestó la voluntad del organismo de ayudar a la Argentina a alcanzar un acuerdo por la deuda de 44 mil millones de dólares.
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