Lo ordenó Celsa Victoria Ramírez, la fiscal General de Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires. La justicia se apersonó en el Estadio José Amalfitani este martes a la mañana con el objetivo de secuestrar los elementos relacionados con los accesos del público de Vélez en el último partido. Fue una operación parecida a la que se dio en el estadio de River Plate el lunes.
Según Sergio Rapisarda, el presidente de Vélez, "no nos pasamos del aforo". Explicó: "Abrimos las puertas a 16.350 personas. Fuimos muy prolijos. Sabemos que vienen de la Fiscalía a pedirnos cámaras y softwares de los molinetes; que vengan. Se llevarán los elementos para constatar que fue así".
Abrimos las puertas a 16.350 personas. Fuimos muy prolijos".
Por el momento, las autoridades de Vélez están imputadas por la violación del artículo 205 del Código Penal. Este establece las penas por violar las medidas sanitarias tomadas por las autoridades, para impedir el ingreso o la propagación de una epidemia. En este caso, el club habría dejado entrar a una mayor cantidad de espectadores que la permitida. La cantidad de gente no podía superar el 50% de aforo.
Ahora, es muy probable que los dirigentes de Vélez tengan que prestar declaración frente a la justicia. Matías Lammens, ministro de Deporte y Turismo, planteó que no podía volver a haber exceso de público en las canchas. Sin embargo, aún no se sabe si las autoridades de clubes como Vélez y River quedarán procesadas por estos hechos.
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