La Dirección de Economía, Igualdad y Género elaboró un informe donde se evidencia la difícil situación que la pandemia dejó a varias mujeres en Argentina. Según observaron, una de cada tres trabajadoras de casas particulares perdieron su empleo entre los primeros trimestres del 2020 y 2021 durante la pandemia.
Esto significan más de 350 mil desempleadas que perdieron su fuente de ingresos en la primera y segunda ola de la pandemia modificando "la estructura de inserción laboral de las mujeres".
"Hasta antes de la pandemia el trabajo en casas particulares empleaba a 1,2 millones de mujeres (el 16,7% de las trabajadoras ocupadas. En el 2do trimestre de 2020, más de 400 mil trabajadoras perdieron el trabajo y, al 4to trimestre de 2021, 280 mil no lo habían recuperado", explicó el documento.
El trabajo en casas particulares tiene el mayor nivel de informalidad y los menores salarios de la economía del país.
Además, el estudio demostró que las más afectadas fueron aquellas que no estaban registradas, las trabajadoras informales: de un total de 927 mil, 624 mil de ellas perdieron el trabajo en ese periodo, representando una caída del 33%.
El trabajo en casas particulares es una actividad muy precarizada y cuenta con el mayor nivel de informalidad y los menores salarios de la economía del país: "El 78,1% de sus trabajadoras/es no tenían descuento jubilatorio al cuarto trimestre de 2021, siendo además, el más feminizado con el 98,4%".
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