Las autoridades de Francia impusieron hoy restricciones de consumo de agua en gran parte del país, debido a la alerta por sequía. Esta ola de calor afectó principalmente a regiones del oeste, como Países del Loira o Poitou-Charentes, así como en el este, caso de Isère, según informaron oficialmente.
En muchas de las zonas hay algún tipo de restricción en el consumo doméstico, urbano, agrícola o industrial. No solo esto, sino que muchos habitantes del interior deben acceder al agua por camiones cisterna para el consumo.
En el departamento de Isla de Francia, los 60 municipios de las cuencas hidrográficas de los ríos Orge y Rémarde entraron el jueves en estado de alerta por decreto de la prefectura, según informó la cadena BFMTV.
El servicio meteorológico francés no trae un buen panorama, al menos, hasta principios de agosto. Es que, prácticamente, no se esperan lluvias durante las dos próximas semanas, a excepción de los Pirineos y los Alpes. Además, según informaron, la primera quincena de julio fue el período más seco en la historia del país europeo.
Por otro lado, la agencia de salud pública de Francia informó que recibió reportes de "dos accidentes de trabajo mortales posiblemente relacionados con la exposición al calor". La semana pasada se registró el primer fallecido en la región de Occitania (sur) al inicio de la ola de calor, alrededor del 12 de julio, y el segundo en Bretaña (oeste), días más tarde.
El país galo registró el lunes pasado la "jornada más calurosa" de la actual ola, que dejó récords históricos de temperatura en localidades del oeste del país, tal como ocurrió en Inglaterra, algunos días atrás.
El servicio de meteorología Météo-France informó que en esa jornada las temperaturas alcanzaron los 39,3 grados en Brest, en extremo oeste, superando por más de cuatro grados el récord local anterior de 35,1º de agosto de 2003; llegaron a 39,5 º en Saint-Brieuc, 42º en Nantes y 42,6º en Biscarrosse, en suroeste.
