Un estudio realizado en Japón e Italia descubrió cuál es la técnica más efectiva para calmar el llanto de un bebé y hacerlos dormir, una solución buscada desesperadamente por padres estresados que pierden horas de sueño intentando tranquilizar a sus hijos.
La investigación -publicada en la revista Current Biology- explica que la mejor forma para que duerman es sostener al bebé y caminar con él durante cinco minutos. Esperan que el hallazgo beneficie a padres estresados y sobre todo a los inexpertos.
Para alcanzar esta conclusión, los investigadores convocaron a 21 duplas de madres y bebés de 0 a 7 meses de edad y los sometieron a pruebas en cuatro situaciones diferentes: cargados mientras se movían, sostenidos por sus madres sentadas, acostados en una cuna inmóvil o acostados en una mecedora.
El 46% de los bebés se durmieron en tan solo cinco minutos.
Cuando los bebés fueron transportados, el llanto disminuyó y la frecuencia cardíaca se desaceleró en 30 segundos. El efecto fue similar a cuando eran mecidos, pero al estar inmóviles los resultados no fueron buenos. Por esto, ahora se sabe que la carga materna fue insuficiente para calmar a un niño y la respuesta del transporte resultó un factor importante.
En el estudio también se observó que el 46% de los bebés que fueron cargados por sus madres mientras se movían se durmieron en tan solo cinco minutos. El 18% lo hizo al minuto siguiente, pudiendo concluir que al cargarlos no solo se calma el llanto sino que se lograba hacerlos dormir.
Además, se determinó que más de un tercio de los bebés se ponía alerta en 20 segundos una vez que se los acostaba y la frecuencia cardíaca aumentaba al momento en el que separaron los cuerpos de su madre.
Por lo que, para garantizar un sueño y descanso seguro, luego de calmar el llanto caminado durante cinco minutos, es importante sentarse y sostenerlo entre otros cinco a ocho minutos, y recién ahí acostarlo a dormir.
“He criado a cuatro hijos, pero ni de esta forma podía prever los resultados claves de esta investigación hasta que surgieron datos estadísticos”, sostuvo la autora principal del estudio, Kumi Kuroda, del Centro Riken para la Ciencia del Cerebro en Japón.
Y agregó que estos resultados la sorprendieron: “Nuestra intuición es muy limitada, por eso necesitamos la ciencia”.
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