Horas atrás los programas de chimentos dieron la noticia de que el campeón del mundo Alexis Mac Allister y su novia Camila Mayan decidieron ponerle fin a su relación, tras una largo noviazgo que comenzaron en la escuela secundaria. Según parece, apenas terminó el Mundial empezó la crisis.Y Camila se vuelve a Buenos Aires, alquila un departamento sola.
Inmediatamente, las redes estallaron con mensajes reprobatorios, como si fuera algo sobre lo que el público puede y debe opinar.
Siempre con el estilo fisgón y metepúa de los programas de rumores del espectáculo, se aventura ya que la decisión del pampeano está vinculada a un nuevo romance. Imposible saber, a ciencia cierta, cuanto de cierto hay en esto.
No ayuda, hay que decir, a contener la catarata de opiniones en las redes, el hecho de que Alexis fue uno de los futbolistas de la Scaloneta que hizo de su idíico noviazgo una parte de su imagen en redes.
Incluso uno de los twitteros que se sitió alegremente convocado a expresar su opinión, y creyó estar apoyando al jugador, dijo: "mientras juegue bien a la pelotita, qué me importa con quién está", dando por sentado que el romance de una figura pública es un hecho sobre el cual se puede estar a favor o en contra.
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