Un avión de guerra ruso bajó un drone espía del ejército de Estados Unidos mientras volaba por el Mar Negro este martes, en un incidente que subraya cómo la guerra en Ucrania aumentó el riego de una confrontación directa entre las dos potencias nucleares.
Dos jets rusos llevaron a cabo lo que para las fuerzas armadas que comanda Joe Biden fue una operación irresponsable al interceptar un drone estadounidense que volaba en espacio aéreo internacional. Finalmente, uno de los aviones chocó contra la maquina del ejército de Estados Unidos, y el drone cayó al mar.
Antes del choque, los aviones rusos le tiraron gasolina al jet, y se pusieron frente a él en maniobras peligrosas, informaron desde el ejército estadounidense. El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, negó que sus aviones hayan tenido contacto alguno con el drone, del cual dijeron que cayó luego de realizar algunas "maniobras riesgosas".
Este es el primer episodio de este tipo, en que Rusia o Estados Unidos acusan una agresión directa por parte del otro, desde el comienzo de la guerra de Ucrania, hace más de un año. El Mar Negro, el lugar de los hechos, tiene en sus fronteras tanto a Rusia como a Ucrania, entre otros países.
El vocero del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca afirmó que ellos vuelan por ese espacio aéreo "hace más de un año" y que "van a seguir haciéndolo" pese al ataque sufrido. El Departamento de Estado anunció que convocó al embajador ruso para protestar por el ataque contra su drone.
El incidente ocurrió mientras las tropas rusas intentan mover el frente de batalla en el este de Ucrania, y poco después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reafirmara su visión de que la propia existencia de Rusia como estado está en juego en la guerra en Ucrania. En la zona del Donbas, Rusia y Ucrania están enredados en la batalla de infantería más sangrienta desde la Segunda Guerra Mundial.
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