La diputada provincial de Santa Fe, Amalia Granata, manifestó su profunda decepción frente a la actitud que ha tenido Javier Milei desde las elecciones de este domingo y le quitó su apoyo. "Yo he colaborado mucho con Javier acá en Santa Fe, pero no me gusta el mensaje que está dando. Tendría que haber seguido fiel a sus principios hasta el balotaje y después si pierde, irse digno a la casa", abrió.
Granata criticó el discurso que dio el candidato tras los resultados, en el que quiso tender puentes hacia Patricia Bullrich. "Querer abrazar a las personas que denigraste, insultaste, bastardeaste con una soberbia importante… eso no me gusta, no es lo que yo vengo dando como mensaje (...) Le dijo montonera asesina pone bombas en jardín de infantes, tenés las manos manchadas de sangre y hoy está abrazando a la Montonera", dijo.
Para la líder del espacio Somos Vida, que obtuvo siete diputados en Santa Fe, el candidato perdió todo tipo de coherencia y no da ningún tipo de predictibilidad. "Yo lo escuché decir zurdos de mierda en todos los programas de televisión y ahora quiere darle un cargo a Myriam Bregman. Es incoherente (...)¿Quién me asegura que si gana no se va a abrazar al kirchnerismo? Si el pibe es volátil", aseguró.
Y cuestionó el liderazgo de Milei: "Es todo incoherente, dijo que quería que Patricia Bullrich fuera su ministra de Seguridad y después la escucho a Victoria Villarruel diciendo que no, que el tema de seguridad lo iba a manejar ella. Ya no puede ni ordenar a su tropa".
Es todo incoherente, dijo que quería que Patricia Bullrich fuera su ministra de Seguridad y después la escucho a Victoria Villarruel diciendo que no, que el tema de seguridad lo iba a manejar ella. Ya no puede ni ordenar a su tropa
Granata confesó que venía dolida "como madre soltera" por las declaraciones de Lila Lemoine sobre la paternidad y "como católica" por las de Benegas Lynch sobre el Vaticano, pero lo que la terminó alejando del espacio fue el discurso del propio candidato. "Javier dándose vuelta como un panqueque, terminó siendo la misma casta o peor de la que renegó", dijo.
"No estoy enojada, estoy triste. Me siento como una mina que se mete con un mujeriego y después se da cuenta de que la gorrearon... una mina a la que le cae la ficha y piensa 'cómo pude ser tan boluda y no haberlo visto', me cayó la ficha", cerró.
