La investigación sobre Martín Insaurralde se encontró con un complejo escollo: la Gendarmería Nacional no logra abrir los dos celulares que le fueron secuestrados a Sofía Clerici en los allanamientos que se realizaron en su casa en Nordelta, Tigre.
Los celulares están en posesión de la Justicia desde el martes 24 de octubre, cuando la Policía Federal ingresó a la casa en el country de la modelo. Allí encontraron dos Iphones y 600.000 dólares. Hasta el momento, el programa que usa la Gendarmería no logró descifrar la contraseña del teléfono. Los procedimientos en cuestión se llevan a cabo como parte de la investigación por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito de Insaurralde, Clerici y Jesica Cirio.
Esta fuerza usa el Universal Forensic Extraction Device, creado en Israel y producido por la empresa Cellebrite. Este programa intenta obtener información de dispositivos digitales protegidos por una contraseña. El método es ensayar contraseñas hasta encontrar la correcta. Sin embargo, en este caso, el programa no está logrando romper la barrera de los IPhones de Clerici. Ahora, la Justicia está buscando si alguna otra fuerza tiene un sistema que permita la apertura del celular, pero aún no saben si lo lograrán. El otro celular de Clerici, un Iphone 11, tiene "un problema en la batería", según informó Gendarmería, y están intentando repararlo para luego abrir el celular e investigar su contenido.
Sofía Clerici volvió de España el 21 de septiembre pasado. En ese momento, las autoridades de la Aduana detectaron que la modelo ingresó un teléfono celular nuevo, que no es ninguno de los que fueron secuestrados. La Justicia aún no sabe dónde está este último celular, que podría ser clave para la causa.
